Hoy toca la tercera y penúltima parte del post "los juguetes de la chacha Encarna". Lo que hoy saco de mi baúl es este tiro magnético de Brekar, un juguete del pasado que también me dejaron los Reyes magos en casa de mi tía.
Este tiro al blanco portátil
fue fabricado por la Valenciana casa Brekar en la década de los 70's. Es un
stand de tiro totalmente inofensivo, ya que no hay peligro de que la munición
salga de su interior, al estar cerrada por una fina y transparente pantalla de plástico.
Sus balas eran boliches de
hierro que se pegaban a la imantada punta de la pistola, cuando apretabas el
gatillo actuaba el mecanismo del arma sobre la punta de imán haciendo así el
efecto de percutor, que impulsado hacia
delante golpeaba fuertemente la bolita enganchada en su punta y salía disparada
en dirección donde tu apuntaras.
Esta pequeña galería de tiro
al blanco consistía en disparar a las dianas giratorias, cuanto más practicabas
y perfeccionabas el tiro, mejor sabias donde darle para que hicieran de
molinetes, semejantes a las aspas de un ventilador jejejeje.
Este es uno de esos juguetes
que al mirarlo siento como si hubiera abierto una puerta al pasado, otro lugar
a otra época de finales de los 70's, es más, podría deciros en que época del
año jugaba mas con esta pequeña galería de tiro al blanco.
Fue un juguete que me dejaron
los Reyes Magos en casa de mi tía Encarna un 6 de enero de finales de los 70's,
jugué con él durante mucho tiempo, pero muy especialmente al empezar el verano
mmmm el motivo no era otro que... Por esas fechas estivales llegaba la feria a
mi barrio, en concreto al Paseo de San Juan de Barcelona, justamente donde mi
tía trabajaba como portera en el 101 del mencionado y muy querido por mí,
Paseo.
Cada año llegaba la feria con
su pulpo, la barca, sus autos de choque, las tómbolas, el scalextric, los
caballitos con su tío vivo, el chiringuito del baturrico "el tío de la
bota", un estand muy requetetipico de las ferias de barrio donde los papás
se tomaban sus chatos de vino y sus tapitas, mientras los niños se subían en
las atracciones.
La verdad que todos esos
cacharritos me gustaban un montón, pero entre ellos existía uno que podría
decirse que superaba a las mismas atracciones mecánicas y ese era el de las
casetas de tiro con sus escopetillas de perdigones, para mi eran lo mas y eso
que en casa tenía un par de buenas escopetas, una Gamo y una todo poderosa
Norica mmmm...
Bueno, a decir verdad las
escopetillas eran de mis hermanos mayores, pero siempre que podía me las
agenciaba y me subía al terrado a practicar mis dotes de francotirador,
utilizando como dianas las ropas que estaban secándose en los tendederos o con
las antenas de los vecinos, por no decir cosas peores mmmm cuanta razón tenía
mi madre cuando me decía que no se me ocurría nada bueno jajajaja otro día ya
os contare otra historia golfilla de mi niñez, con las escopetillas de
perdigones como protagonistas, la dejare para otro post.
Pues al igual que las
prácticas que hice con las escopetas de aire comprimido, también practiqué con
este querido e inofensivo juguete de mi colección que me evoca tantos recuerdos
y risas del pasado, un juguete entrañable e inofensivo, el tiro magnético de
Brekar que hoy os enseño.
Que puesto de feria más guapo. Me suena, pero en honor a la verdad no lo he visto mucho. Me ha gustado bastante. Es una buen invento, no pedrder las bolitas es una gran idea para empezar!
ResponderEliminarY para que no le pegues un tiro a alguien jajajajaja
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