Debido al especial terroríficamente nostálgico de esta semana, por las fiestas de CastaWeen y por el Día De Difuntos, abro una nueva sección que podríamos llamar "YA VA SIENDO HORA DE SACAR LA VAJILLA FINA". Sé que poco tienen que ver directamente con los temas que tratamos en nuestro Blog, pero a medida que suba la pequeña colección que tengo de jarras, jarros, tazas, etc… O como queráis llamarlas entenderéis muy bien que indirectamente tienen muuuucho que ver con nuestro Blog.
Y para
empezar este álbum de la nueva sección, saco de "EL BAÚL DE HAL"
estas jarras-souvenir que vienen directamente del mismísimo "Castillo de
Bran" junto a una historia muy adecuada para estos días.
El Castillo
de Bran es una fortaleza medieval, localizada en la actual Rumania, que goza de
gran atractivo turístico por la creencia popular de que era la antigua
residencia de Vlad Țepeș (Vlad III Drăculea) el Empalador.
Situado en el
Condado de Braşov en Transilvania, Rumania, es un monumento nacional por su valor
arquitectónico y por su vínculo con el personaje ficticio del conde Drácula. Se
sostiene que el personaje histórico en el que se inspiró el escritor Bram
Stoker con su novela sobre el mítico vampiro, no solo fue la de Drácula (novela
de 1897), pero si fue la obra que lo hizo inmortal y sin duda alguna uno de mis
libros predilectos, especialmente en noches de tormentas mientras me tomo una
calentita infusión de "frutos rojos mmmm muy rojos" en unas de estas
jarras jajajajaja.
Son unas
jarras que me traen muy buenos recuerdos, la verdad que la primera vez que las
vi y mira que son tétricas, me enamoré de ellas y al final pude conseguir estas
3, aunque debo de decir muy a mi pesar que no fui yo el que tuvo la suerte de
comprarlas en el Castillo de Bran mmmm ese es un viaje que aún tengo pendiente.
Como dato
curioso (y ahora seguro que alguien pensará cariñosamente que soy un chafacharcos y un
rompeleyendas jajajaja) el castillo de Bran (en rumano: Castelul Bran) es una
fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, en un paraje boscoso, en
plenas montañas de Los Cárpatos, sobre un risco que goza de gran atractivo
turístico por la creencia popular de que era la antigua residencia de Vlad
Țepeș el Empalador, con un gran valor arquitectónico y por su vínculo con el
personaje ficticio del conde Drácula.
Según
historiadores, todo apunta que el personaje histórico en el que se inspiró
Stoker, Vlad Țepeș (Vlad III Drăculea), jamás vivió en este castillo y que no
tiene ninguna conexión con Drácula, solo algún tenue vínculo con Vlad, en
realidad, lo que si se cree es que en el castillo de Bran el príncipe Drăculea
estuvo unos días en una oscura mazmorra tras ser capturado en batalla, de
camino a su encierro en Budapest y que su verdadera fortaleza fue el castillo
de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.
Drácula es
una novela publicada en 1897 por el irlandés Bram Stoker, a raíz de la cual, su
personaje antagonista, el conde Drácula, se volvió el arquetipo de vampiro
occidental por antonomasia, llegando a ser considerado el vampiro más famoso.
Se dice que el escritor se basó en las conversaciones que mantuvo con el
erudito húngaro Arminius Vámbéry, quien le
habló de Vlad
Drăculea, apoderándose del nombre de Drácula y vinculándolo con un ser de su
invención, un vampiro.
De esta
manera, Bran, reunió la suficiente información útil sobre leyendas relacionadas
con los vampiros y también sobre Transilvania, sin haberla pisado nunca... En
el siglo veinte, Hollywood toma las riendas y el mito continúa viviendo,
resucitando la historia hasta nuestros días.
La región
rumana de Transilvania fue inmortalizada en la mítica novela del irlandés
Stoker y quedó inevitablemente vinculada con el misterio y la oscuridad por la
huella de Drácula, el vampiro ficticio más célebre de toda la historia, pero
para los curiosos que profundizaron en el tema, también encontraron al Drácula
histórico, el gobernante del siglo XV.
Los años de
Vlad Drăculea en el poder, como príncipe de Transilvania primero y como rey de Valaquia después, fueron los de un noble querido y al mismo tiempo temido por
su pueblo y por sus enemigos, ya que se caracterizó por la eficaz defensa de su
territorio que buscaban conquistar húngaros y turcos, pero su particular sed de
justicia y venganzas lo llevó a cometer las peores y más sádicas masacres.
Nació en el 1428 y murió en 1476 apuñalado a traición por la espalda y después
decapitado.
Aun a pesar
de la reputación de Vlad, los historiadores nacionalistas de los siglos XIX y
XX lo elogiaron como un líder fuerte que defendió a su país contra amenazas
externas durante tiempos turbulentos y a pesar de todo, Drăculea es considerado
un héroe nacional, un gobernante firme y valiente, pero despiadado torturador
de sus víctimas, a las que le gustaba hervir, decapitar, enterrar vivas y sobre
todo, empalar, por lo que se lo conoce como Vlad el Empalador, además según la
leyenda, no conforme con verlos sufrir, Vlad bebía sangre fresca de algunas de
sus víctimas, lo que hacía era llenar cuencos con la sangre de sus enemigos y
mojaba el pan en ella cuando comía.
Ningún país
estaría complacido de ver a uno de sus héroes nacionales representado como un
vampiro, ¿verdad...? Por esta razón, la novela Drácula estuvo completamente
prohibida en Rumania hasta 1992.
Dejo en este post, junto a las jarras (que bien podrían ser para mojar pan en un caldo carmesí jejejeje) un imán, que también nos trajeron del castillo de Bran y 3 ejemplares de las magníficas novelas del Sr. Conde, novelas que reflejan la lucha entre el bien y el mal y que desde hace años guardo en mi ataúd mmmm perdón, quiero decir de mi baúl jejejeje.
Oscar Wilde
(amigo de Stoker) dijo que era la obra de terror mejor escrita de todos los
tiempos y también "la novela más hermosa jamás escrita" además, la
obra recibió elogios de, entre otros, como del gran Arthur Conan Doyle.
Y ya para
terminar, Bram Stoker murió de sífilis, moribundo, apuntaba con su vista a un
oscuro rincón de su habitación, mientras sudando por la fiebre, gritaba sus
últimas palabras: ¡Strigoi, Strigoi! Palabra Rumana, que tiene como significado
espíritu maligno, vampiro, etc. ¿Qué es lo que miraba tan aterrorizado Bram
Stoker? ¿Qué es lo que visualizaba en aquel oscuro rincón del dormitorio? Tal
vez al mismísimo Conde Drácula...
Que chulas Felisa castaween herme
ResponderEliminarGracias Ramón y Feliz Día de los Fieles Difuntos!!! Para ti. Abrazotes colega
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