Hoy estoy de celebración, es mi cumpleaños así que… Que mejor día para subir un dulce recuerdo de aquellas diminutas peladillas de colores, los anisetes con su original envase en forma de juguete mmmm.
Aún se pueden encontrar y comprar sobre todo en páginas que vendan retrogolosinas, pero alguno he probado y su sabor nada tiene que ver con aquellas que me comí de niño, las que se pueden encontrar a la venta son de azúcar puro y duro, sin aquel sabor anisado de nuestra infancia.
Nos metíamos a la boca toda aquella figurilla y a base de golpecitos nos poníamos morados de bolitas de anís, eso sí siempre intentando no chupetear la boquilla por donde salían las bolitas, que rara vez se conseguía, con las desastrosas consecuencias que eso acarreaba, bolitas mojadas y pegadas entre sí, con estrambóticos y difuminados colores que por culpa de la saliva formaban una gran piña imposible de sacar por aquellas pequeñas aberturas de salida.
Si llegábamos a ese extremo de obturación (que la verdad era casi siempre) existía una solución aunque parezca contradictorio, si querías recuperar aquella figurilla-envase vacía sin las demacradas y descoloridas peladillas, podías añadir agua tibia en su interior y pegarle cuatro meneos, bien agitadas las bolitas se iban soltando entre sí o bien dejando que se disolvieran totalmente, quedando un brebaje un poco asquerosillo de aspecto, que muchos no dudaban en ventilárselo de un solo trago, de esta manera te quedaba la botellita limpia y lista para jugar.
Si eras niña tenías los biberones, chupetes, sonajeros, muñequitos, etc. Y para los niños teníamos los botijos, porrones, martillos, etc. Eran los roles de género de la época, estereotipos sexistas de aquellos días que nos tocaron vivir, aunque reconozco que yo más de un biberón o chupete de los que regalaban en los bautizos con la cigüeña coronando la tetina me ventilé sin ninguna contemplación, ya fuera rosa o azul que más da, lo que interesaba era meterte en la boca aquel dulce y colorido tutifruti de mini peladillas.
Pues nada amigos, aquí invito a unas añejas golosinas por mi cumpleaños mmmm daros prisa no vaya a ser que el ratón chiquitín de Susanita se entere de esta convidada y entre en nuestro blog como elefante en una cacharrería arrasando con todas las bolitas de anís jajajajaja
Muchas felicidades, que pases un buen día.
ResponderEliminarMil gracias Francisco... Un fuerte abrazote!!!
EliminarDeseo que pasaras un feliz día de tu cumple!!! Quizás sea una de las chuches y baratijas (tambien es un juguete) más recordadas por muchas generaciones... incluso las de ahora. Han aguantado el paso de los años y como dices se siguen vendiendo. Creo que a todos se nos maceraba (más o menos) las bolitas con nuestra saliva jejeje y metias la lengua como un oso ormiguero intentando sacar las bolitas pegadas. jejeje.
ResponderEliminarGracias hermano, fue un día genial... Ya te contare jejejeje lo de la lengua de oso hormiguero mmmm lo clavaste jajajajaja
EliminarCómo lo vea el ratón de susanita
ResponderEliminarcalla calla miedo me da, como se entere arrasa con todas las bolitas de anís jajajaja
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