Se puede leer en la Wikipedia que la cerbatana o pucuna es un arma compuesta de un canuto en el que se introducen dardos, bodoques, pequeñas flechas, u otros elementos punzantes, que se disparan soplando con fuerza desde uno de los extremos. Estaríamos hablando, por lo tanto, de la antecesora de las armas de aire comprimido. Muchas culturas repartidas por el globo han empleado esta arma, pero las variadas tribus de la selva tropical de América y Asia Suroriental son las que poseen los tiradores más conocidos.
No, no y no, eso de que poseen los tiradores más conocidos
mmmm tengo que decir que ¡NO!, ya que eso también se puede interpretar como los
mejores tiradores y tengo que decir que no nos vieron a nosotros a aquellos
niños de los 70's y 80's, soplando esos canutos (entiéndase por canutos, tubos
utilizados como cerbatanas y no de los otros que algunos pueden estar pensando
jajajajaja).
Pues eso, los niños de aquellos años no teníamos nada que
envidiar a ningún jíbaro experto en esto de soplar el canuto. Dominábamos este
arte ancestral, desde una buena cerbatana con dardos de ventosa, pasando por
los canutos de boli BIC con munición de arroz o bolitas de papel mascado, a
estas estruendosas cerbatanas que hoy saque de "EL BAÚL DE HAL".
Estas cerbatanas que os enseño estuvieron entre mis baratijas
preferidas de kiosco, soplido y PIM, PAM, PUM como petaban aquellos dardos
dejando en el ambiente ese tufillo a pólvora quemada.
Eran juguetes simples, pero ingeniosos, en la punta del dardo
les ponían un pequeño hierro al que se le acoplaba el fulminante, como los de
las pistolitas de pistones, un fuerte soplido ¡FIUUUUU - PUM! Pedazo de sustos
que nos pegábamos a petardazos, hasta ahí la cosa se podía aceptar, aunque en
los tiempos que corren sea un juguete que seguro está mal visto por esta
sociedad en la que vivimos...
Lo malo venía cuando te quedabas sin la correspondiente
munición petardera que llevaba la cerbatana ¡SOS me quede sin munición y no me
refiero al arroz! jejejeje tenías tres opciones, una era comprarte una caja
nueva de fulminantes (esta era la opción más lógica), también podías recurrir a
los discos de fulminantes que tenías guardados en casa, los de los rifles o
pistolas de petardos y con ayuda de unas tijeras podías salirte del apuro.
Y ya por último la tercera opción, a la que debo añadirle que
era muy poco apropiada y peligrosa al mismo tiempo y que algunas mentes
infantiles un poco inquietas solían emplear, aunque descarto que hubiera maldad
alguna, ya que sus víctimas solían ser árboles, tableros de corcho o puertas de
madera, pero los accidentes existen y...
Le sacábamos la punta de hierro al dardo y rellenábamos el
hueco que nos quedaba con pegamento, hasta aquí se podría decir que la cosa era
aceptable, lo malo es que no nos limitábamos a rellenar el hueco solamente con
el Imedio, no... Seguidamente le poníamos un alfiler bien centradito y afilado
en aquel orificio relleno de pegamento y lo dejábamos secar mmmm lo siguiente
ya os lo podéis imaginar...
Aunque os aseguro que yo jamás de los jamases hubiera hecho
algo así... (García si lees este post acuérdate que te pedí perdón entonces y
te lo pido ahora, no te chives que me dejas mal en el blog, lo del dardo en el
culo fue un accidente, yo no quería... jejejeje)
Pues eso, hoy os enseño estas cerbatanas de principios de los
80's, baratijas que gozaron de un gran éxito en los kioscos de aquellos años,
gustaron tanto que casas reconocidas como la de Pedro Miras también saco sus
cerbatanas (estas últimas unos años más tarde) en unos bonitos blísters, eran
algo más pequeñas y todo hay que decirlo mmmm con todo mi respeto y que me
perdone Pedro Miras, pero a mí me gustaban más las de kiosco pipero, como la de
color amarillo que me regaló mi buen amigo Juan Pedro de El Kiosko de Akela o
la roja que conseguí hace unos días, aquellas que simplemente iban en unas
bolsitas transparentes con todos sus fulminantes en el interior de la
cerbatana, bien tapaditas con sus respectivos tapones y eran un poco más
grandes.
Aquí os dejo unas imágenes de cerbatanas de mi colección, son
los dos tipos que os menciono en este post, las de baratija de kiosco y las de
la casa Pedro Miras de casi finales de los 80's con formato más pequeño.
Este no lo conocía gracias Herme 😉
ResponderEliminarUn placer querido Ramón. Abrazotes!!!
EliminarDa gusto ver la cebartana en este magnífco blog, que porcierto no llegó a salir en mi blog, pero si en el libro de "aquellos maravillosos kioscos" esa amarilla, claro!
ResponderEliminarLa de recuerdos que me traen... Gracias Juan Pedro por tan magnifico detalle. Abrazotes!!!
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