- Buenos días niños, quiero a los cartilleros en 5 minutos en mi clase y si no se saben la lección se quedarán sin patio y les pondremos unas orejas de burro.
Esas eran las primeras palabras que escuché durante algún tiempo todas las mañanas al sentarme en la clase de la Srta. Pepita, escuchadas al menos hasta que aprendí a leer jejejeje.
Quien las pronunciaba era Don Andrés, mientras hurgaba su oído con el rabito del capuchón de un boli BIC... Aquel maestro de la vieja escuela que junto a su encantadora esposa la Srta. Pepita, enseñó a muchos niños a leer y escribir, entre ellos a un servidor.
Don Andrés, era de los que pensaban que la letra con sangre entra y si te descarriabas mmmm fijo que te llevabas un zasca, colleja educativa por la retaguardia en toda la nuca y él caballero se quedaba tan pancho sin pausar la clase, mientras tú te acariciabas la parte dolorida.
Cada vez que Don Andrés, venía a buscar a los que íbamos un poco más atrasados (nos llamaba los cartilleros) uffffff nos temblaban las piernas, pero debo reconocer que en muchos casos nos lo ganábamos a pulso, que aquel severo, estricto y ¡Piiiiiiiiiiiiii! profesor nos diera clases ya que muchos pecábamos de gandulitis aguda y solo pensábamos en jugar y nada de estudiar mmmm al menos en mi caso jejejeje.
La pobre Srta. Pepita, aun teniendo mucha, muchíiiiisima paciencia con nosotros, la verdad que no nos enderezaba ni queriendo y en estos casos es cuando Don Andrés entraba en acción, en socorro de su querida y amada esposa.
Con vuestro permiso amigos, este recuerdo se lo quiero dedicar a esa entrañable y dulce mujer a la que recuerdo con muchísimo cariño... Gracias Srta. Pepita, gracias por su paciencia, por su generosidad y por todo lo que me enseñó... ¡Bueeeeeeno! También para usted Don Andrés, aunque los recuerdos que guardo de usted no son tan buenos jejejeje pero gracias, gracias por todo lo que me enseñó, que no fue poco.
Por esa pareja de profesores que tuve el placer y el privilegio de conocer y de aprender en sus clases, por lo menos durante 3 o 4 años antes de que se jubilaran en aquellos ya lejanos años 70's de la EGB.
Dedicado también porque estoy seguro que la gran mayoría de nosotros tuvimos una Srta. Pepita y un Don Andrés en nuestra infancia, un Yin Yang, un poli bueno poli malo jejejeje de los que pudimos aprender muchísimas cosas ¿verdad que si...?
Bueno amigos me lié a recordar y se me olvidó lo principal... Las "CARTILLAS PALÁU" aquellas con las que muchos aprendimos a leer y que estrenábamos por estos días de septiembre al comenzar la escuela, cartillas como estas que os enseño de mi colección de "EL BAÚL DE HAL"
Durante aquellos años 60's 70's 80's del pasado Siglo XX millones de niños aprendimos a leer con aquel método ideado por Antonio Paláu Fernández, fue un revolucionario y sencillo método para que aprender a leer fuese mucho más fácil, el método fotosilábico.
Este método consiste en asociar imágenes y dibujos que los niños pueden identificar fácilmente con sílabas, consiguiendo de esta manera una permanente y mayor rapidez de aprendizaje de las palabras escritas.
Se editaron 4 números reducidos a 3 posteriormente, las famosas cartillas, con una dificultad que crecía en cada una de ellas hasta formar frases más complejas.
¡FELIZ VUELTA AL COLE!
Se me olvidaba, no dejéis de forrar los libros y cartillas, bien
forraditos duran más y se conservan mejor, en las librerías papelerías
encontrareis cubiertas universales de plástico transparente "MSO"
para esos mismos menesteres y son mejor que las hojas de diario jejejeje (Los
forros MSO, otro clásico de aquellos años escolares)
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