REFLEXIÓN:
Un comentario de un buen amigo que suele dar su generosa y válida opinión en este blog me inspira para hacer este reflexivo post.
Juguetes y actividades para niños políticamente correctas. Vivimos en un momento de elevadísimo nivel de estupidez, cercano a lo sublime. Miles de personas se siente acreditadas a decirte lo que debes o no debes hacer, otros denuncian a colectivos, marcas o instituciones por cualquier desliz que no tengan que ver con una verdad que es, por supuesto, la que esgrime el colectivo de marras.
En fin. Y repasando y encontrándome con viejos juguetes y juegos de mesa que, hoy en día, serían impensables en el lineal de cualquier tienda online o física, me doy cuenta de lo barato y falso de esta autocensura y censura en relación a los productos de consumo de hoy en día.
Ya no valen los soldaditos de plástico y jugar a guerras.... pero ostras, vaya juegos de guerra decapitantes.... ya no valen los Madelman porteadores, pero ostras, vaya video games racistas en el que el musulmán, el ruso o el asiático es un asesino a la altura de Jack el Destripador. Ya no valen juegos divinos como La Caza, que ya velaba con criterios de sostenibilidad y de especies protegidas, pero ojo al marasmo de juegos de caza mayor, africana y mundial, en los que se cepillan bichos como quien lava, de pesca, incluso de destrucción banal de ecosistemas y universos. Ya no vale juegos de estrategia pero ostras, sí valen juegos de estrategia digital, con criterios de evolución y liderazgo más que cuestionables basados en valores muy muy peligrosos.
Los niños deben jugar con muñecas, aunque no les interese, las niñas con cochecitos Matchbox, aunque se la refanfinfle.... Pronto no se venderán coches, porque ostras, no es mimar el medioambiente, tampoco juguetes de acción, eso sí que las muñecas vampiro sean bien agresivas, nada de unicornios y nubes bonitas para las niñas, nada de dioramas de guerra para los chavales.
Nunca ha habido más violencia, más gratuita, más sexo, más machismo, más feminismo, más extremos, más violencia, más fobias, más crueldad, más falta de respeto, más egoísmo, más individualidad y menos matices que ahora..... pero no se os ocurra sacar al pobre Madelman Porteador con colmillos de elefante a pasear, que igual te queman en la plaza del pueblo, te llaman facha, antiguo y carca, marcan con una X la puerta de tu casa mientras, al salir, escupen
a un mantero vendedor de Pierre Cardin plastiquero... no tienen ni puñetera idea de lo que hablan.
Somos hijos de un momento cultural y de una generación, sin más, y hemos disfrutado tanto y conocido tanto que hemos sabido discernir que jugar con soldaditos en el suelo de casa no te lanza a ponerte un machete en la boca y salir a cazar nazis, o que disfrutar de un Madelman gasolinero te haga soñar con regentar un garito de venta de gasofa cuando uno crezca. Son juegos, aventuras, sin más... a veces nos encantaba ser el indio, o ser Jim Black, o arrasar al Séptimo de Caballería, otras veces a Toro Sentado.... nos hemos atiborrado a matar patos en los juegos de mesa y arruinar a contrincantes en el Monopoly, pero eso ni nos ha hecho furtivos ni emprendedores inmobiliarios sin piedad ante el humilde.
Soy un gran defensor de los arcos y las flechas, de los revólveres para jugar a vaqueros, de un buen florete espadachín, de Madelmanes exploradores, de los soldaditos de juguete, de los juegos de rol, de los caballeros medievales, de los tebeos de Tintín, de los fuertes Comansi, del juego de La Caza, de los juegos de cartas de familias, del Monopoly, y de todo lo que tan felices nos ha hecho y tan listos también. Porque el juego analógico de participación te hace mejor, te ayuda a crecer y te da herramientas para cuando eres mayor, siendo un videojuego también, porqué no, para nada seré yo quien lo critique, lo que me pone malo es que critiquen los antiguos y sigan cortando cabezas sanguinolentas a soldados zombie en la consola de turno.
No tienen ni puñetera idea de lo que hablan algunos papanatas.
Demasiada prudencia, con todo esto de lo no recomendable en los juguetes. Hace que se pierda creatividad en el juego. Es peor que la llamada censura de antaño. Cortando por lo sano, todo y viviendo en la hipocresía luego.... cuanta tontería! Estoy con vosotros!!
ResponderEliminarSi amigo mio, dices muy bien mmmm demasiada tontería!!!
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