COPIAR O CORTAR Este primer código evita que copien los textos de tu página o blog Este segundo código evita que copien las imágenes y gif COPIAR O CORTAR YO TAMBIÉN LO TUVE! NOSTALGIA Y RECUERDOS DE LOS AÑOS 60 - 70 - 80 - 90's: MOBY BOARD. G.A.C. NO HAY MEJOR VERANO QUE EL QUE TE PROVOCA NOSTALGIA

sábado, 29 de julio de 2023

MOBY BOARD. G.A.C. NO HAY MEJOR VERANO QUE EL QUE TE PROVOCA NOSTALGIA

Yo también lo tuve! Un monopatín Moby Board de G.A.C. que, para mí, fue el mejor del mundo. Recuerdo como si fuera hoy mismo el día que ese monopatín llegó a mis manos, o mejor dicho, a mis pies, al igual que también recuerdo el motivo de como acabé siendo su propietario, ya que antes tuvo otro dueño.


Vicente era un niño gordito con gafas de empollón y objeto de burla por parte de los niños del barrio y de la escuela mmmm para entendernos y aunque suene mal, Vicente era un pringadillo, un mindundi. Yo, sinceramente, no me llevaba mal con él, simplemente no me llevaba, lo ignoraba, posiblemente pensaba que era un perdedor, hasta que un buen día, Vicente llegó a la pista de patinaje del barrio con aquel Super- Monopatín... Aquel Moby Board. G.A.C. de competición, no sé de donde lo sacaría, lo que sí sé, es que no tenía ni puñetera idea de montar en él, ni en ningún otro Skate, estoy seguro de que el pobre solo lo traía para exhibirlo y así intentar hacer amigos.

Un día, me acerqué a Vicente, y le dije: "¿Me dejas dar una vuelta? No te preocupes, no quiero quitártelo, ni rompértelo, solo quiero darme una vuelta para probarlo...". Vicente desconfiado, pero al mismo tiempo temeroso por mi reacción, si no me lo dejaba, accedió. Di tres o cuatro vueltas a la pista de patinaje, de mi querido "Paseo de San Juan de Barcelona" (la pista que os enseño en las fotos, retirada en los años 90's, una lástima...) ese Moby Board de G.A.C. era alucinante, una pasada, daba la sensación de estar volando mientras ibas subido en él, silencioso, veloz, muy ligero y sobre todo, de aspecto espectacular.



Este monopatín de competición estaba fabricado con componentes de muy buena calidad: Tabla espectacular Moby Board de G.A.C. azul metalizada con purpurina y fabricada con fibra de vidrio, con aquellos fantásticos y anchos ejes Toro y aquella combinación de ruedas blandas Susi Cats en cuatro colores, material de lo mejorcito del momento, una pasaaada!!!




Transcurrido 5 minutos, se lo devolví y le di las gracias. También le dije que era un buen monopatín. Yo creo que se quedó alucinando, supongo que el pobre Vicente pensaría "me ha dado las gracias y me ha devuelto el monopatín y no se ha metido conmigo" eso último era a lo que él estaba acostumbrado.

Después de aquel día Vicente venía cada día a la pista, y cada día me ofrecía aquella joya de cuatro ruedas de colores... "¿Quieres dar una vuelta con él?". Como no, yo aceptaba encantado. Gracias a aquel monopatín surgió una pequeña amistad entre nosotros, y ya cuando teníamos más confianza, el uno con él otro, yo le propuse muchas veces "Vicente, tú no sabes ir en monopatín, véndemelo, cámbiamelo por el mío". Incluso le pedí que me lo regalara, ya que mi cumpleaños estaba cerca mmmm bueeeeeno a dos o tres meses, es en octubre jajajaja, pero Vicente siempre se negaba.




Un día llegué al Paseo de San Juan y encontré a Vicente con no muy buena cara, parecía que había estado llorando "¿Qué te ocurre...?", me contestó señalando a un grupo de 5 o 6 chavales del barrio, "aquellos no me aceptan entre ellos y para colmo no paran de meterse y burlarse de mí, tanto en la escuela como aquí". En ese momento, a Vicente se le encendió la bombilla de las ideas, y me hizo una propuesta, él sobradamente sabía que yo quería su monopatín, así que sus palabras fueron estas "si consigues que me admitan entre ellos, que no se vuelvan a meter conmigo y me enseñas a montar en monopatín, entonces te cambiaré mi monopatín, por el tuyo"

Mmmm antes de que Vicente terminara de hablar, lo cogí por el hombro y nos encaminamos hacia aquel grupo de chavales, con un par de narices, me plante en medio cerrando los puños y dispuesto a todo, el Moby Board de G.A.C. ya lo valía.


No llegamos a las manos y menos mal, porque eran demasiados jajajaja, aunque se metieran con Vicente, en el fondo no eran malos chavales, en mi colegio se los hubieran comido con pan Bimbo y a Vicente lo hubieran dejado para el postre y la verdad yo ya estaba acostumbrado a jugar en esas ligas, no como ellos que en el fondo eran unos bonachones. Les puse los puntos sobre las "i" y desde aquel día, no solamente aceptaron al bueno de Vicente en la pandilla, sino que también se forjó una buena amistad entre aquellos chavales y yo, incluso puedo decir que entre ellos surgieron algunos de mis mejores amigos, con una amistad afectiva, entrañable, leal y sincera.

Con algunos de ellos, sigo manteniendo una férrea amistad y algunas veces, coincidimos y recordamos viejos tiempos, acabando con dolor de mandíbula, de tanto reír (Miguel Andreu - Jordi Andreu - Jose María Alabart Gutiérrez - Víctor Manuel Galindo Macario - Edgar Pérez y el bueno de David Roca, entre otros).

Aaahh! Se me olvidaba, Vicente cumplió con su parte del trato (por la cuenta que le traía jajajaja), yo le entregué mi monopatín marca "APOLLO" que no estaba nada mal, pero era del montón y él me entregó, uno de los bienes más preciados que tuve en aquellos años, el Super-Monopatín Moby Board. G.A.C. para mí, como ya os dije, el mejor del mundo.



Años más tarde, fue heredado por mis sobrinos Dani y Mari Loli (como muchos otros juguetes que tuve) y me llegaron noticias en más de una ocasión, decían que no había monopatín en el pueblo (Cantoría, Almería) que bajara calle abajo más veloz que aquel bólido de fibra de vidrio azul brillante con sus llamativas ruedas de colores y sus ejes Toro, también a mis sobrinos les dio muchas horas de juego y de victoriosas carreras con los críos del pueblo, seguro que ellos guardan tan gratos recuerdos como yo de aquel veloz monopatín.   

Por cierto, ya casi que me olvido de Vicente jejejeje juro que yo lo intenté, pero Vicente nunca aprendió a ir en monopatín, era muy patoso el pobre, y prefirió la bicicleta a la tabla con cuatro ruedas, pero eso es otra historia, quién sabe mmmm puede que el próximo verano os la cuente.

Y subidos en nuestros monopatines, fue uno de los mejores veranos de mi vida… Un verano de principios de los 80’s, ya sé que parece un argumento de película de pandilleros, pero creedme, así fue y así lo cuento. 


Las imágenes fueron recopiladas y extraídas de internet. Los créditos a quien correspondan. Gracias.

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