COPIAR O CORTAR Este primer código evita que copien los textos de tu página o blog Este segundo código evita que copien las imágenes y gif COPIAR O CORTAR YO TAMBIÉN LO TUVE! NOSTALGIA Y RECUERDOS DE LOS AÑOS 60 - 70 - 80 - 90's: EL DELANTAL DE LA ABUELA

sábado, 22 de julio de 2023

EL DELANTAL DE LA ABUELA

Hace ya tiempo, me pasaron un artículo que me transportó al pasado, fue algo tan tierno y entrañable y me sentí tan identificado, que pensé esto tengo que plasmarlo en un post para nuestro blog y aquí está. Seguro que también muchos os sentiréis identificados al igual que yo, pero antes de empezar quiero adelantar que este post va dedicado a mis queridas abuelas "La abuelita Aurora y a la madre Dolores" y muy especialmente a esta última, a mi abuela paterna con la que viví mis primeros años de vida y de infancia, allí en el pueblo (Cantoría - Almería), y también va dedicado a todas las abuelas del mundo mundial que se lo merezcan, las mías sin duda alguna se lo merecían.

¿Por dónde empezar con esta historia de abuelo cebolleta...? mmmm tengo algunas anécdotas que me vienen que ni pintadas para este post, mis abuelas eran muy clásicas, las típicas abuelas de pueblo, muy parecidas a la abuela del anuncio de "Fabada Litoral" pero aún más tiernas y muy buenas cocineras, por cierto, naaaaada de fabada en lata jajajaja.


Corrían los años 70's, tiempos de emigración y mis padres, muy a su pesar, tuvieron que subir a aquel tren que les llevaría a Barcelona junto a sus esperanzas de una mejor vida que la que llevaban en el pueblo, una mejor vida para ellos y para dársela a sus hijos. En aquel primer viaje marcharon solos, pero cuando estuvieron bien situados volvieron al pueblo y se llevaron a mis tres hermanos que eran mayores que yo, en mi caso mmmm pensaron que lo mejor sería esperar un poco más hasta que tuviera edad para empezar la escuela, y así fue, me quedé en el pueblo con mi abuela paterna, a la que todos llamábamos "Madre Dolores" o simplemente "Madre".


Muchas veces se me escapa una sonrisa como me está sucediendo ahora mientras escribo, pensando en lo tremendo que yo era, las trastadas, las travesuras y la pobre abuela siempre detrás de mí, tapándolas, cubriéndome en todo para que no me castigaran, tiernos recuerdos de aquel tiempo que pasé junto a ella en el pueblo, cuando se enfadaba conmigo, me decía te daré en el culo con la zapatilla, pero aquella amenaza más que miedo me hacía reír. La abuela en vez de darme en el culo con la parte dura de la zapatilla (con la suela) ella empleaba la parte de arriba, la parte blanda de tela acolchada y esponjosa jajajaja qué mujer más tierna, se me eriza la piel y se me ponen los pelillos de punta ante esos cariñosos recuerdos de mi niñez con la "Madre".  


Pues sí, más de una vez me sacó los colores con algo que cariñosamente solía decir, que yo fui el último que se meó en su falda o en su delantal, ella se refería con aquel comentario, que yo fui el último que crió y que cuidó.

Fueron muchos los que me dijeron que siempre que hablaba de mí se le llenaba la boca diciendo cosas buenas de su nieto pequeño, algunos de aquellos comentarios en el círculo familiar, se aceptaban bien y otros no tanto, ya que tenía muuuchos nietos, biznietos y algún tataranieto y siempre surgía algunos celillos por parte de alguna tía o de algún primo, etc. Y ante aquellas malas caras, la mujer siempre respondía, y que puedo hacer, él es el nieto más pequeño, el último que se meó en mi delantal... Ayyy!!! Aquellos delantales de la abuela, creo que ahora me entenderéis el porqué de este post.

Recuerdo, que ella solía pasar largas temporadas en mi casa, en casa de mis padres (en Barcelona) sobre todo en los meses fríos de invierno.  A principios de mes siempre me decía "niño, ¿mañana me acompañarás al Banco para cobrar la pensión?" Y mi respuesta, como siempre era afirmativa, yo sabía que cualquiera podía acompañarla, alguno de mis hermanos mayores o mis padres, pero a ella le gustaba que fuera yo, y yo como siempre encantado...

Imaginaos la escena mmmm mediados de los 80's, un Heavy de 1,85 m con una pelandrera por debajo de los hombros, vestido con cruzada de cuero, pantalón vaquero de pitillo, camperas de cowboy y con barba de tres días (si en la actualidad me cruzase conmigo mismo ufffff al verme con esa pinta, fijo que me cambio de acera sí o sí jajajaja), y a su lado una pequeñita abuelita de 1,50m andando orgullosa y sonriente junto a él agarrada de su brazo, una escena muy poco habitual, y ya no os digo nada cuando entrabamos al Banco, si el de la ventanilla era nuevo, siempre le preguntaba a la abuela "queeee Sra. Dolores, viene usted muy bien acompañada hoy" mientras el tipo de la ventanilla me miraba de soslayo, desconfiado y receloso y yo a él le miraba como perdonándole la vida jajajajaja un auténtico duelo de miradas, hasta que mi abuela le contestaba "¡pues claro, es mi nieto pequeño!". 


Al salir del Banco siempre me daba un billete de 100 ptas y me decía "esto para que te compres un paquetillo de tabaco" (en aquellos años, no teníamos el conocimiento ni la información que tenemos ahora de lo malo que es el tabaco). Tremendas, cariñosas y entrañables situaciones, por no mencionar cuando la madre (abuela) se ponía en plan casamentera hablándoles a las amigas que traía a casa, ella ya les entraba diciéndoles que yo era muy buen chico y un buen partido. 101% que la abuela me sacaba los colores jajajajaja.

Uno de mis juegos preferidos con ella, era el de soltarle el delantal disimuladamente, un abrazo un manotazo en el culo o si la pillaba despistada de espaldas, cualquier situación era buena para soltarle la lazada del nudo del delantal, ya al rato cuando se percataba de que lo llevaba sujeto solamente con el lazo del cuello y que el de la cintura estaba suelto, ella hacía ver que se enfadaba, este niñoooo ya me soltó la lanzada del mandil (así lo llamaba ella) Estoy muy enfadada, eso lo decía en voz alta mientras me miraba y se le dibujaba una cariñosa sonrisa de oreja a oreja, siempre siguiéndome el juego uffffffffff  Se me empañan las gafas cuando recuerdo esas cosas y eso que no uso gafas... Por ese y otros motivos, aquellos delantales son tan entrañables para mí y me traen tantos recuerdos y estoy seguro de que serán recuerdos compartidos con muchos de vosotros, ¿verdad?

Es increíble lo que puede evocar un simple delantal y el cariño que puede transmitir a muchos de nosotros. Puede que pienses que tan solo se trata de una prenda de cocina aburrida o incluso ridícula, que muy pocos están dispuestos a utilizar hoy día; sin embargo, el delantal solía ser más importante de lo que te podrías imaginar.

Dudo mucho que nuestros hijos sepan lo que es un delantal multiusos. Antiguamente, era una prenda indispensable para el ama de casa de cualquier familia. El uso principal del típico delantal de abuela era el de proteger la prenda que vestían en ese momento, debido a que solo se tenía unos cuantos vestidos y era menos doloroso y mucho más fácil lavar los humildes delantales que los vestidos, pero además de eso, también se utilizaban para otras muchas cosas.


Eran increíblemente útiles en la cocina, se utilizaban como manoplas para coger los recipientes aún calientes del horno o de los fogones, sin tener que estar con un paño de cocina siempre a mano. Eran perfectos para secar las lágrimas de los más pequeños de la casa y en algunas ocasiones, incluso eran utilizados para limpiar alguna que otra oreja sucia o cuando alguien llegaba inesperadamente, era sorprendente la rapidez con que el viejo delantal podía sacar el polvo de los muebles.

Desde el gallinero, el delantal se utilizaba para llevar los huevos hasta la cocina. Cuando venía alguien de visita, el infravalorado trozo de tela se convertía en el lugar perfecto para que se escondiesen los niños más tímidos, y cuando hacía frío, nuestras abuelas los utilizaban para resguardarse las manos, también recuerdo a mi abuela delante de la chimenea agitando aquel viejo delantal que oficiaba de fuelle improvisado y de ese modo avivando el fuego mientras me contaba alguna misteriosa historia de aquellas que tanto me gustaban.

Aquellas viejas prendas de cocina limpiaron y secaron muchas frentes llenas de sudor después de pasar todo el día junto a los fogones. Las ramitas con las que se encendían las chimeneas o estufas de leña también eran transportadas en aquellas prendas tan útiles. Desde el huerto llevaron todo tipo de verduras y frutas hasta la cocina. Cuando la mesa estaba preparada, nuestras abuelas salían a la puerta y agitaban el delantal para que los hombres dejasen de trabajar en el campo y supieran que la comida estaba lista.

Actualmente, por el contrario, la nieta o nieto coloca la torta en el mismo lugar, pero mas bien suele ser para que se descongele y emplea manoplas o guantes de silicona. Pasarán largos años antes de que alguien invente un objeto que pueda reemplazar aquel viejo delantal que tantas funciones cumplía.

Aunque quizás ya no hay abuelas que tengan que proteger el vestido, dado que hoy hay muchos, y tenemos lavadoras que lavan todo tipo de prendas, lavadoras, algunas de ellas incluso son inteligentes, para que laven mejor la ropa y al mismo tiempo que ahorren con programas ECO. 

Los mangos de las sartenes o las asas de las cazuelas ya no queman, las caritas de los niños las lavamos con toallitas húmedas, de esas que dejan la piel suave, el fuego lo avivamos con un botón o una llave mmmm está todo más automatizado y el polvo lo quitamos con bayetas ecológicas que lo repelen, o eso dicen. 









En recuerdo de mi abuela, hoy tengo colgado en mi cocina un "DELANTAL" que me recuerda a aquella persona tan querida y entrañable para mí y que tantas cosas fue capaz de hacer con aquel viejo delantal multiusos jejejejeje. 



Algunas de las imágenes fueron recopiladas y extraídas de internet, desconozco su procedencia. Los créditos a quien correspondan. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡GRACIAS POR TU COMENTARIO!
Tu comentario ha sido enviado con éxito, pero está pendiente de moderación. En breve lo revisaré y lo publicaré en el Blog. Saludotes. HAL