¿POR QUÉ LAS AVIONETAS YA NO ARROJAN PELOTAS DE NIVEA SOBRE LAS PLAYAS?

¿SABÍAS QUE...? Hay una serie de productos que están irremediablemente ligados a nuestros recuerdos de infancia. Y los más poderosos son aquellos que están ligados al verano, a aquellos días interminables con nuestros amigos, en bicicleta, en monopatín, en el parque, en la montaña, en casa o en la playa. Y si hablamos de playa tenemos que hablar de la pelota de Nivea. Un producto de merchandising que se convirtió en omnipresente en todas las playas de España. Un elemento que en un momento u otro se ha cruzado por nuestras vidas.

No hay verano que se precie en los que no se recuerde la pelota de Nivea, y eso que ya ha pasado más de medio siglo desde que se convirtiera en uno de los símbolos de los veranos de España. Hay que resaltar la importancia de la campaña publicitaria que Nivea consiguió con esta iniciativa. La empresa de productos para el cuidado de la piel decidió hacer una versión tridimensional de su famosa lata de crema y pensó en una pelota, en un balón hinchable, con la que alcanzó un gran éxito durante muchos años.

La famosa pelota de Nivea tiene su origen en Alemania, en los años 30's. Pero no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, a partir de los años 50's. Cuando deciden lanzar estas pelotas hinchables por las playas alemanas desde una avioneta, y tal fue el éxito que cosecharon que decidieron exportar este proyecto a otros lugares del mundo.

Las primeras pelotas llegaron a España en los años 70's. Durante los meses de julio y agosto, nuestras playas se llenaban de pelotas azules con los que familias y amigos disfrutaban del verano mientras "Nivea cuidaba de su piel". Ese era el mensaje que quería lanzar la marca.

Seguro que los más jóvenes habrán oído hablar de esa pelota azul, con unas letras blancas con el nombre de "NIVEA" que durante años eran lanzadas al aire desde avionetas por todas las playas de nuestro país. Por aquel entonces se podría decir que la pelota era el "azul objeto de deseo". Esta tendencia se popularizó muchísimo en la España de los 70's y los 80's.

Aunque hoy día también existirán jóvenes que les pueda sonar a cuento chino, a invento de sus mayores o leyenda urbana jejejeje, pero doy fe que durante años en las playas españolas llovían regalos lanzados desde avionetas y entre ellos aquellos grandes balones de Nivea.

Los que ya rozamos o superamos la cincuentena, seguro que recordamos muy bien aquellas mañanas en la playa, haciendo castillitos de arena, ayudados con nuestro cubo, pala y rastrillo, entre cuerpos aceitosos, torrándose al sol, cuáles pollos asados, vuelta y vuelta y de repente, en mitad de la tranquila y soleada mañana de un mes de julio o puede que de agosto, se escuchaba en el cielo un sonido de motor. ¿Qué es aquello? ¿Un pájaro? ¿Un helicóptero? ¿Es Superman? Noooo!!! Es la avioneta de Nivea, arrastrando aquel gran cartel publicitario en su cola jajajaja… Aparecía de repente en el cielo azul y soleado lanzando balones al agua, acto seguido tu castillo de arena acababa pisoteado por la gran avalancha humana que corría, todos al agua como si no hubiera un mañana a por uno de aquellos balones, balones azules, no muy normales, no, balones de esos que no los cogías, sino que los abrazabas.

Lo más peliagudo es que no solían caer en la playa, no, caían en el mar y bien lejos, tanto que algunas veces caían cerca de la boya, y pensabas, ahí va a ir tu padre. Grrrrrrrrrr!!! Y efectivamente iba tu padre, tu tío o tu hermano mayor jejejeje. Aquello se convertía en un gran evento, algo insólito, excepcional, en un gran día de playa inolvidable que recordar, sobre todo para aquellos afortunados que conseguían hacerse con uno de los trofeos que caían del cielo, normalmente la clásica pelota de Nivea, pero también te podías encontrar con otros objetos publicitarios como camisetas, llaveros, banderines publicitarios de conocidas marcas, pero casi siempre se tenía que nadar mar adentro como ya os dije, más allá de la zona de baño delimitada por las boyas amarillas, siendo un buen nadador mmmm fijo que podías conseguir tu trofeo.

Incluso recuerdo que en una ocasión sobrevoló una avioneta por la playa tirando aquellos pequeños paracaídas "los halcones del espacio" con productos promocionales colgando de ellos mmmm si tu padre no sabía nadar, te quedabas sin juguete, menos mal que en casa tanto mi padre como mis hermanos mayores eran buenos nadadores jejejeje.

Pero nunca se tenía que perder la esperanza con los intrépidos nadadores, algunos de ellos se tiraban al agua solo porque lo tomaban como un reto y nadaban, y nadaban hasta el infinito y más allá, para conseguir aquel preciado balón azul, el balón de Nivea (seguro que David Meca empezó así...jejejeje) ellos nadaban para conseguir el premio y una vez conseguido llegaban a la orilla y a cualquier niño o niña le regalaban el trofeo... a decir verdad, espera mmmm no sé yo si eso solamente fue un sueño que tuve jajajajaja.

Y qué me dices cuando había peleas entre padres heroicos que querían sacar una pelota para sus hijos, precisamente eran los mismos padres que se peleaban por un caramelo pisoteado en la cabalgata de Reyes, los mismos que si le pegan a su hijo en el colegio, iban a pegar al padre del niño agresor mmmm siempre hay padres que les gusta dar la nota, incluso en la actualidad... Pues esos mismos, terrible.

Menudas luchas por un balón con el que podías jugar a... Se podía jugar a... ¿Se podía jugar a algo con los balones de Nivea...? Es decir, aparte de abrazarlo y tirárselo a otra persona a la cara y darle con el pitorro en el ojo. Que por cierto, ya es difícil con lo grande que es la bola, que te dé con el pitorro, pero bueno, pasar pasan cosas raras y si no que se lo digan a Iker Jimenez. Aparte de eso, ¿eran útiles para algo...? Porque jugar a fútbol va a ser que no, necesitarías una portería increíblemente grande, que la playa da, pero vamos y con lo que volaba esa pelota. Y a básquet menos, a ver como metes eso en la canasta. ¿Y a golf...? Pues imaginaros por un momento a Tiger Woods jugando con una pelota de Nivea, cómico sería un rato, no metería la bola ni desinflándola, eso sí, la pelota de Nivea servía sobre todo para ir pasándola de mano en mano por toda la playa, y a ver donde llegaba.

Al final acababa sus días en las manos de algún desaprensivo cascarrabias que la pinchaba, eso sí, antes no perdías el tapón de la válvula de inflado, pobre pelota de Nivea, y lo bien que te lo pasabas cuando tenías que hincharla a pulmón porque se quedaba fofa ufffffff. Por lo menos media hora soplando, al final te quedabas sin ganas ni fuerzas para bucear, tus pulmones quedaban seriamente tocados durante un buen rato jojojojo que animales.

La tendencia genera tanta nostalgia, que desde hace unos años, muchos son los nostálgicos que crean campañas y abren terapéuticos grupos en redes sociales como: Facebook, Instagram, Twitter, etc. Pidiendo que Nivea vuelva a lanzar sus balones, grupos con nombres como: "Queremos que vuelva la avioneta que tira la pelota de Nivea". "Quiero que vuelvan a tirar pelotas Nivea los aviones en la playa". "Quiero que mis hij@s vean una avioneta lanzando balones de Nivea y que me digan -corre papá, yo quiero uno" Y el más tristón: "Yo nunca pude coger un balón de Nivea". En todos se narran dramáticas historias de malvados señores que nos robaban balones, y de padres heroicos que abandonaban la sombra de sus sombrillas y el confort de sus toallas estirada en el suelo para pelear a codazos en las aguas por el hinchable icono esférico de color azul.

La verdad mmmm dudó mucho que esas peticiones a la mismísima casa de Nivea tengan algún éxito. Por mucho que algunos pidan el regreso de ese tipo de campaña publicitaria, es una publicidad que quedo expresamente prohibida en 1988 al aprobarse la Ley de Costas. En el artículo 38, la ley prohíbe la publicidad permanente a través de carteles, vallas o por medios acústicos o audiovisuales. Además, en su artículo 56 se prohíbe el vertido de material plástico y residuos al mar y su ribera. Lógicamente, el lanzamiento desde el aire de balones de plástico podía hacer que estos acabasen fuera de control en el agua.

Lo que sí está permitido, y así lo confirman desde algunos ayuntamientos, es la publicidad aérea en las playas desde avionetas, pero solamente con carteles que las aeronaves arrastran para que los bañistas los observen cuando estos sobrevuelan la línea de costa. Son permisos que deben solicitarse a la autoridad competente, y que hacen soñar a los publicistas y a los bañistas que ya peinan canas jejejeje con la posibilidad de poder lanzar, algún día, una campaña similar, a las tan recordadas lluvias de regalos de aquellos veranos de los 70's y 80's.

Lo que sí es seguro, es que siempre habrá nostálgicos que en cierta manera se resistan a esa ley de 1988 y se las ingenien con algún apaño como este, un apaño que les haga zambullirse en un baño de nostalgia, transportándose al pasado en una piscina como esta jajajajajaja.