COPIAR O CORTAR Este primer código evita que copien los textos de tu página o blog Este segundo código evita que copien las imágenes y gif COPIAR O CORTAR YO TAMBIÉN LO TUVE! NOSTALGIA Y RECUERDOS DE LOS AÑOS 60 - 70 - 80 - 90's: CUENTO DE NAVIDAD PARA UNA MAÑANA DE REYES

jueves, 6 de enero de 2022

CUENTO DE NAVIDAD PARA UNA MAÑANA DE REYES

Hoy estoy muy contento, es increíble el poder de como algunas cosas nos dejaron mayor impronta que otras... Grabado en mi memoria a lo largo de los años esta aquella mágica mañana de Reyes de 1976 mmmm fue un poco agridulce para mí, pero hoy en esta mañana de Reyes del 2022 puedo decir que al final me saqué esa espinita que he llevado clavada 46 años jejejeje.

Esta que os contaré es una de esas historias navideñas que de una forma u otra, me marcaron en la infancia y así también sabréis el motivo del peculiar montaje fotográfico del final, ya que tiene una gran importancia y es una muy buena lección de vida, que yo siempre he tenido y tengo en cuenta.

Desde aquella mañana de mediados de los 70's he pensado que los Reyes Magos, son justos, pero también pueden tener un alto nivel de humor mmmm digamos un poquito maquiavélico si la situación lo requiere, lo que está claro es que también les gusta gastar bromitas siempre que se tercie, pronto sabréis por qué digo esto, si continuáis leyendo claro está.

Creo que antes de contar mi historia, debería de empezar primero por la de mi tío Juan Pedro, al que a él sus Majestades también se la jugaron bien jajajajaja aunque es de ley decir que se lo mereció, sin lugar a dudas.

Nos situamos en Cantoría, un pequeño y humilde pueblecito de Almería, años 40’s, en aquel tiempo, más que juguetes en la mañana del día de Reyes se solían encontrar otro tipo de regalos, como pudiera ser algún polvorón o mantecado, rosquilla de vino, algún otro tipo de dulce o caramelo y si te dejaban algún trozo de chocolate, eso era que habías sido un niño ejemplar durante todo el año… Aquella noche de víspera de reyes, estaban mi padre y sus hermanos locos de contentos, sabían que a la mañana siguiente alguna cosa encontrarían en sus zapatos mmmm puede que algún pequeño juguete y seguro que alguna golosina, se fueron pronto a la cama, para que el tiempo pasara lo más rápido posible, pero antes de acostarse colocaron sus pequeños zapatos de domingo para que los reyes los rellenaran con dulces regalitos…

Hasta ahí todo bien, pero mi tío Juan Pedro, que era de esos niños glotones y extremadamente golosos, que siempre intentaba tener algo más que los demás o la felicidad para él no sería plena, después de estar acostado, algo le pasó por su cabeza y sigilosamente se levantó para dirigirse donde estaban los zapatos esperando la llegada de sus majestades y no se le ocurrió otra cosa que descalzarse y dejar allí las viejas zapatillas remendadas que llevaba, para que también fueran rellenadas de golosinas y otros dulces, seguidamente regresó a la cama correteando descalzo por el frío suelo.

Cuatro pares de bonitos zapatos de domingo y unas viejas zapatillas, eso es lo que encontrarían sus sabias majestades Los Reyes Magos de Oriente, cuatro pares de bonitos zapatos de domingo y unas viejas zapatillas en una casa donde vivían 4 niños, aquello no cuadraba, pero así quedo la cosa… En este caso, podríamos emplear la frase que dice: “La policía no es tonta…” aunque deberíamos de cambiar lo de policía por Reyes Magos.

A la mañana siguiente los cuatro niños se levantaron, estaban locos de contentos al ver lo que les habían dejado los tres Sabios de Oriente. Mi padre contentísimo, mi tía Encarna igual, mi tío Manolo tres cuartos de lo mismo, pero mi tío Juan Pedro, uy mi tío Juan Pedro… Más contento que ninguno, ya que le habían dejado lo mismo que a los demás y aparte, habían llenado de pan de higo sus viejas zapatillas. Él gritaba: Tengo más que vosotros... ¡Me han dejado pan de higo, pan de higo! Eso fue lo que él pensó al ver aquello, pan de higo jejejeje.

Lo que mi tío Juan Pedro no supuso, es que los Reyes son muy sabios y al ver todos aquellos zapatitos y unas viejas alpargatas se imaginaron la jugada, por algo también se les conoce como Los Sabios de Oriente y aquello no podía quedar así, tenían que darle una lección al pequeño Juan Pedro. Fueron a ver a Flora, la burra que tenían mis abuelos y de su cuadra sacaron un par de buenas boñigas, bien duritas y redondeadas y las pusieron dentro de las viejas zapatillas.

Como ya dije, mi tío, loco de contento gritaba ¡pan de higo, pan de higo! Y antes de que nadie pudiera decirle nada, ni dar tiempo a que le pidieran que lo compartiera ¡ÑAM! Le arreo un señor mordisco a una de aquellas boñigas ¡PUAGGG! Creo que no hace falta que diga que desde entonces no volvió a probar el pan de higo, ya que le pilló una gran y repugnante manía después de aquel día jajajajaja.

Y ya volviendo a mi infancia, me traslado a la mañana de Reyes de 1976. Llevaba una semana haciendo un gran esfuerzo, portándome bien, recogiendo mi habitación, estudiando y sin hacer travesuras mmmm se acercaba la víspera de Reyes y ya se sabe… Cuando van llegando estas fechas, todos los niños parecemos santitos.

Llego la ansiada y esperada noche mágica del 5 de enero y como es normal, solo pensaba en aquella carta, en aquella larga lista de juguetes que pedí a los Reyes Magos, y como cualquier otro niño que cree en la magia de sus majestades los Reyes de Oriente, estaba deseando que llegara la noche para acostarme y que el tiempo pasara lo más rápido posible hasta el ansiado momento de saltar de la cama a la mañana siguiente y debajo del árbol navideño… ver… ¿Pero qué ven mis ojos? Un paquete de cigarrillos de chocolate, una caja de cerillas con fósforos de caramelo y tres o cuatro trozos de carbón. Pero… ¿Pero y los juguetes donde están? Mi cabeza echaba humo preguntándose "¿qué es lo que he hecho mal?", recordé algunas travesuras de semanas pasadas, me peleé con Miguelito Molina, le levante la falda a la Montse Bravo para verle las braguitas (aunque eso casi que lo hacía a diario jajajajaja…), le quite el lápiz al Espinosa, porque él me rompió el mío haciendo de Bruce Lee mientras gritaba ¡ORIENT! Había una larga lista de fechorías y travesuras, en cualquiera de ellas me podían haber visto, o en todas que no eran pocas.

BUAAAA BUAAAA ¡NO TENGO REGALOS, NO TENGO JUGUETES! Creo que mi llanto se escuchó en todo el vecindario, hasta que mi madre me dijo: "Ves al lavabo y lávate la cara, seguro que todo lo verás mejor…" y pasando por el pasillo me encontré varios paquetes envueltos en papel de regalo, los Reyes me habían gastado una broma, no dejaron los juguetes en el lugar de costumbre (debajo del árbol). Uuuufff… Que susto, empecé a abrir paquete por paquete, que contento me sentía con todos aquellos nuevos juguetes y porque al final solo fue un susto, tan solo una pequeña broma de sus Majestades con un final feliz mmmm aunque puede que no fuera un final feliz pleno…

Una vez abiertos, vi mi disfraz de pistolero con sus respectivas pistolas, un pack de Madelman Safari, una pelota de cuero, pero no estaba el Big Jim Dr. Acero y exclamé: "Me falta el Big Jim! ¿Me lo habrán escondido...?" Mi padre se acercó a mí y me dijo: "No creo… Ven que te cuento una historia…", y me contó la anécdota de su hermano, el tío Juan Pedro. Aquella historia se me quedo grabada, es la que os acabo de contar y para finalizar me gustaría deciros… Que tiene su moraleja: No siempre se puede tener todo lo que deseamos, seguro que existe gente que tiene menos en estos malos tiempos que corren y si estas navidades no te traen todo lo que deseas o piden, no te enfades, sé positivo, recuerda que puede ser peor, recuerda el pan de higo de mi tío Juan Pedro jejejeje.

Pues eso, parece ser que este año me he superado, ya que después de todo este tiempo pasado van y me traen a mi ansiado Big Jim mmmm puede que lo perdieran en las alforjas mágicas de los camellos y después de todos estos años lo encontraran. Más vale tarde que nunca ¿NO?

Por cierto la broma que me gastaron los Reyes se convirtió en una tradición y también se la gastaron a mi hijo, cuando su madre lo envió al lavabo para limpiarse las lagrimillas, aún lloró más, esta vez de pura felicidad, ya que encontró la bañera repleta de regalos. Años después sucedió lo mismo con mi hija, todos teníamos regalos en casa menos ella... Pobrecita y aun así nos ayudó a recoger los papeles rotos de nuestros regalos para tirarlos, como le cambió la cara al entrar a la cocina para tirar los papelotes a la basura... La mesa de cocina estaba abarrotada de regalos con los juguetes que ella pidió.

Bueno, solo deciros que no sé si podre aguantar mucho con la caja precintada jejejeje voy detrás de un par de amigotes del Dr. Acero mmmm cuando consiga a ese trío, fijo que hacemos un especial y de seguro que el calvo con la mano de metal ya no estará dentro de caja plastificada, pudiendo de esta manera sacarlo de la misma y poder fotografiar esa joya de los muñecos de acción en unas condiciones más adecuadas jejejeje

¡Feliz Día de Reyes! Ojalá se cumplan todos vuestros deseos y espero que sus majestades los Reyes Magos os hayan traído todo lo que deseáis y si os falto algo mmmm acordaros de la moraleja y sed pacientes, que si tiene que llegar, llegará.







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