Fue un día como el de hoy, un 28 de
abril pero este de 1980, cuando salió al mercado Ball, la primera consola de la
exitosa serie de maquinitas Game & Watch. Hoy, en su aniversario, quiero
rendirles homenaje a estas mini consolas LCD de Nintendo, un invento visionario
que cimentó todo un imperio.
Dos viajes, uno en tren en la
conocida Shinkansen, la red ferroviaria de alta velocidad de Japón, y otro en
coche, donde Gunpei Yokoi tuvo que hacer de chofer gracias a una casualidad que
más tarde leeremos, fueron el germen de las Game & Watch, uno de los
mayores fenómenos de los 80. La actual industria del videojuego sería muy
distinta si, en 1977, Gunpei Yokoi no hubiera prestado atención.
Aquella tarde, Gunpei Yokoi cogió el
tren bala (shinkansen) como tantas otras veces, pero esta vez observó a su
compañero de asiento durante un trayecto de Tokio a Kioto; aquel pasajero era
un oficinista que estaba absorto matando el tiempo pulsando los botones de su
calculadora LCD. Al poco, Yokoi se dio cuenta de que estaba usándola como si
fuera un juguete, y se le ocurrió una idea. Se dijo a sí mismo: "mmmm... ¿cómo
sería una pequeña consola de videojuegos tipo calculadora con la que pudieras
entretenerte en cualquier sitio?" ¿Por qué no aprovechar la asequible
tecnología LCD para construir un videojuego portátil, capaz de guardarse en un
bolsillo?
La casualidad hizo que pocos días
más tarde, alguien de Nintendo llamara a Yokoi, ya que por todos era conocido
que tenía un coche de importación con el volante a la izquierda. "Oye, ¿tú
sabes conducir con el volante a la izquierda, no? ¿Por favor puedes encargarte
de llevar al presidente a su reunión es muy urgente?" Le pidieron que por
favor sustituyera al indispuesto chófer del mítico Hiroshi Yamauchi, presidente
de Nintendo, para conducir su Cadillac, el flamante Cadillac del jefe, que
también era de importación con volante a la izquierda. Por supuesto, Yokoi
aceptó hacer aquel favor puntual que le pedían y más siendo para el gran jefe.
Para amenizar el trayecto, Yokoi le
contó su idea a Yamauchi, y una semana después este irrumpió en su despacho
junto a Akira Saeki, director ejecutivo de Sharp Corporation, por entonces el
fabricante número 1 de pantallas LCD para calculadoras. El no menos visionario
Yamauchi había comprendido al instante las enormes posibilidades de negocio que
ofrecía la idea de Yokoi, y ese mismo 1977 daría luz verde al desarrollo de lo
que acabaría siendo el fenómeno Game & Watch. Es preciso aclarar que
Nintendo no inventó el concepto del videojuego portátil, ya que Mattel ya venía
comercializando modelos como Auto Race (1976) y Electronic Football (1977), por
citar solo un par, aunque basados en tecnología LED, mucho más cara que el LCD,
y con un tamaño mucho mayor. Nintendo buscaba crear un producto asequible,
atractivo, auténticamente portátil y capaz de cautivar no solo a los chavales,
sino al público adulto, como aquel oficinista que inspiró a Yokoi en aquel tren
de alta velocidad.
Tras tres años de largo desarrollo,
en los que los ingenieros de Nintendo trabajaron junto a los de Sharp para
exprimir al máximo las posibilidades de la pantalla LCD, la primera máquina,
Ball, llegaría a las tiendas de aquellos 80's. El nombre Game & Watch vino
propiciado por otra genialidad de Gunpei Yokoi y uno de sus ingenieros, Satoru
Okada: "¿Por qué no incorporar además del juego un reloj con alarma?"
Así nació el concepto Game & Watch, una forma de ofrecer un 2x1 a cambio de
un precio realmente atractivo: 5.800 ¥enes de la época. Consciente del filón
que tenía entre manos, Yamauchi ordenó a su equipo que fueran desarrollando
varios títulos antes de que Ball se pusiera a la venta. De esa forma, a lo
largo de 1980 llegarían otras cuatro máquinas (Flagman, Vermin, Fire y Judge -
las primeras Game & Watch para dos jugadores), dando forma a lo que se
llamaría Silver Series, bautizadas así por su carcasa plateada.
Tras el éxito de esta primera oleada
(solo de Fire se llegaron a vender 900.000 unidades en todo el mundo), en 1981
llegarían las Gold Series con tres títulos más: Manhole, Helmet y Lion. Como su
nombre indica, en este caso tenían la carcasa dorada y, como novedad,
incorporaban la función de alarma en el reloj. Por primera vez nuestras madres
no nos tenían que despertar para ir al cole. Lo hacíamos nosotros solos para
ver el gráfico del muñeco dándole a la campana. A pesar de que Nintendo buscaba
sobre todo la portabilidad y la discreción (los oficinistas japoneses no
querían dar el cante a la hora de jugar), Yamauchi pidió a sus ingenieros que
aumentaran el tamaño de la pantalla en la siguiente oleada, la Wide Screen
Series. Comercializada entre 1981 y 1982, la serie Wide Screen ofrecía
pantallas más grandes que en series anteriores y fondos mucho más detallados y
coloridos.
Diez modelos: Parachute, Octopus, Popeye, Chef, Mickey Mouse, Egg, Fire,
Turtle Bridge, Fire Attack y Snoopy Tennis. La siguiente revolución llegó en 1982 con la doble pantalla de la Multi
Screen, su diseño de concha y sobre todo con uno de los mayores hitos de la
historia del videojuego: la invención del D-pad. Yamauchi quería adaptar el
mayor éxito recreativo de la casa, Donkey Kong, pero Yokoi y su gente no
lograban plasmar la jugabilidad del original con los botones independientes que
hasta entonces tenían las Game & Watch. Un joystick impediría cerrar la
tapa, así que inventaron la mítica cruceta "D-pad" para ofrecer un
control preciso y mantener la ergonomía de las anteriores maquinitas.
La patente, por cierto, caducó hace
solo unos años, pero hizo estrujarse el cerebro a los ingenieros de Sega, Sony
o Microsoft a lo largo de las décadas siguientes mientras intentaban recrear el
invento de Yokoi sin jugársela con los abogados de Nintendo. El primer título
en disfrutar del pad direccional fue, como hemos dicho, Donkey Kong. Entre el
resto de títulos encontramos auténticos clásicos: Oil Panic, Mickey &
Donald, GreenHouse, Donkey Kong II, Mario Bros., Rain Shower (una absoluta
maravilla que hoy alcanza precios de vértigo), Life Boat, Pinball, Black Jack,
Squish, Bomb Sweeper, Safe Buster, Zelda y Gold Cliff. Esta última fue la
primera maquinita en ofrecer la opción de continuar partida. Algo muy de
agradecer. El joystick sí haría acto de presencia en la siguiente serie de Game
& Watch, la única que escaparía del concepto "portátil" para
ofrecer una experiencia más cercana a los recreativos.
La serie Table Top, inaugurada en
1983, ofrecía gráficos a color, melodías y cuatro modelos, sustituyendo las
pilas de botón por sendas pilas tipo C. Utilizaban un espejo para reflejar la
pantalla LCD, situada en la parte superior, y el resultado era sencillamente
espectacular. Hubo cuatro modelos: Mario's Cement Factory, Donkey Kong JR,
Snoopy y Popeye. Sin embargo, el precio era más elevado (7.800¥) y no tuvo
demasiado éxito. Su gran tamaño no las hacía muy recomendables para amenizar un
trayecto de Metro, así que Nintendo trasladó la misma tecnología a la siguiente
serie, Panorama Screen. Al igual que las Table Top, estas usaban la luz externa
para reflejar los gráficos del LCD sobre un espejo, pero todo ello condensado
en un diseño mucho más portátil y a un precio menor (6.000¥).
Un ingenioso sistema de bisagra
permitía abrir la consola para poder ver el juego a través del espejo, sobre el
que se reflejaban los gráficos de la pantalla, situada en la parte superior. Hubo seis
modelos: Snoopy, Popeye, Donkey Kong JR, Mario's Bomb Away, Donkey Kong Circus
y Mickey Mouse. Los tres
primeros eran ports directos de Table Top. La aparición de la Famicom (la NES
japonesa) no impidió que se siguieran creando nuevos modelos, pero hizo que la
popularidad y el impacto de las Game & Watch decayera entre el público
japonés, aunque Nintendo aún seguiría innovando con nuevas series. Las Super
Color Series tenían un diseño completamente rompedor y una pantalla vertical
decorada con filtros de colores.
Solo llegaron a distribuirse dos
modelos, Spitfall Sparky y CrabGrab, que fracasaron estrepitosamente en el
mercado japonés. Claro, estaban todos como locos con la llegada de la consola
doméstica. Una nueva vuelta de tuerca al concepto Game & Watch llegó con
Micro Vs System. Esta serie, comercializada en 1984, desplegaba dos pads
extraíbles que se recogían coquetamente bajo la carcasa de la máquina. Solo
llegaron a ver la luz tres modelos: Boxing (rebautizado Punch Out! en EE.UU.),
Donkey Kong 3 y Donkey Kong Hockey. La serie Crystal Screen, lanzada en 1986, fue
el canto del cisne de las Game & Watch. Su principal atractivo era una
pantalla LCD transparente. Su fragilidad y la curiosidad por jugar mientras no
pierdes de vista al gato son algunas de las razones por las que hoy en día
cuestan un ojo de la cara, los juegos eran los mismos y el aspecto más lujoso,
pero no funcionaron especialmente bien en el mercado, al ser esta nueva
pantalla inusualmente sensible y muy delicada, propensa a las roturas.
Se lanzaron tres modelos: Super
Mario Bros., Climber y Balloon Fight. La última Game & Watch fabricada por
Nintendo llegaría en 1991, un modelo de la serie New Wide Screen titulado Mario
The Juggler, que homenajeaba a la máquina que lo empezó todo: Ball. Con esta
serie, Nintendo abandonó el sobrio diseño de las anteriores, al dotarla de
carcasas de distintos colores. Entre 1982 y 1991 se pusieron a la venta ocho
modelos distintos: Donkey Kong JR, Mario's Cement Factory, Manhole, Tropical
Fish, Super Mario Bros., Climber, BallonFight y el mencionado Mario The
Juggler. Sin embargo, el lanzamiento de la Game Boy fue el ocaso de estas
maquinitas, ante su empuje las Game & Watch y sus imitadoras quedaron
obsoletas, ya que la joven Game Boy llevaba el juego portátil a una nueva
dimensión.
Aun así, estas viejas y entrañables
"maquinitas" (como castizamente las llamaban los padres y nosotros,
los chavales de la época), siguen ocupando un lugar de honor en el corazón, y
las estanterías, ya que se han convertido en codiciados objetos de colección,
para muchos de los que ahora rondamos los 50 o más. Convertidas en caros
objetos de coleccionista durante la última década, la especulación con los 59
modelos de Game & Watch se ha disparado, alcanzando cifras absolutamente
demenciales, precios de vértigo en eBay y tiendas especializadas en Retro -
Vintage. A mediados de los 90's aún era fácil encontrar en tiendas decomisos
algunos modelos por 4.000 pesetillas, pero hoy día prepárate para desembolsar
una auténtica pasta si quieres conseguir ese modelo que se te escapó de niño.
Los precios varían dependiendo de la
rareza del modelo y su estado de conservación. La opción económica es acudir a
los modelos emulados en la eShop de DS, localizar alguna de las ediciones de
Game & Watch Gallery que se lanzaron en GB, GBC y GBA, tirar de emuladores de
PC (aunque no es lo mismo, claro) o vaciar tu saldo de estrellas en el Club
Nintendo, donde aún es posible adquirir la preciosa reedición de Ball que
Nintendo lanzó en 2011.
No podemos olvidarnos de las Game
& Watch que salieron con motivo del 35º aniversario del Super Mario Bros y
40º aniversario de la Game and Watch. En el 2020 se puso a la venta esta nueva
consola de nuestro fontanero favorito. Esta nueva maquinita cuenta con el Super
Mario Bros, original, así como con Super Mario Bros.: The Lost Levels, una
versión de Ball de Mario y, por supuesto, con un reloj digital.
Además, en el 2021 vio la luz la
última entrega de la serie de estas retro consolas, la de The Legend of Zelda,
lanzada para conmemorar el 35º aniversario del lanzamiento del primer juego de
Link. Esta consola cuenta con The Legend of Zelda, el título original de NES,
Zelda II: The Adventure of Link y The Legend of Zelda: Link’s Awakening. Por supuesto, y como no podía ser de otra forma,
también cuenta con su reloj digital. Estas últimas maquinitas ya no llevan
pilas de botón, estas últimas son con carga mediante USB como si se tratara de
un teléfono móvil... Aquí os dejo unas fotos de las mencionadas maquinitas,
estas de mi colección y que guardo en "EL BAÚL DE HAL". Para realizar
este post utilicé información de la genial página Hobby Consolas.
Si tienes la fortuna de conservar alguna Game & Watch de tu infancia, o heredada de algún hermano mayor, no tengas miedo y compra un par de pilas de botón. Descubrirás que, después de tantos años dormidas, siguen funcionando como el primer día y conservando esa tremenda carga adictiva que enamoró a toda una generación, nuestra generación!!!
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