En el vasto mundo de los sentidos, el olfato destaca como un poderoso portal hacia el pasado. A lo largo de los años, los perfumes y colonias han trascendido su mero propósito de embellecer nuestro ser para convertirse en auténticos puentes emocionales, conectando momentos, personas y emociones.
Específicamente,
su capacidad para evocar recuerdos es una maravilla que no deja de
sorprendernos. El simple acto de inhalar una fragancia familiar puede
desencadenar una cascada de recuerdos que parecían dormidos en el rincón más
íntimo de nuestra mente.
Ya sea el
aroma floral que solía impregnar el vestido de nuestra madre o abuela o la
fragancia amaderada que caracterizaba a nuestro padre, los perfumes se
convierten en cápsulas del tiempo, conservando instantes y relaciones que, de
otro modo, podrían desvanecerse en el flujo constante del tiempo.
La estrecha
relación entre el olfato y la memoria emocional ha sido objeto de estudio por
parte de la ciencia, demostrando que el olfato está intrínsecamente ligado a la
memoria emocional. Por ello, cuando inhalamos una fragancia que asociamos con
un ser querido, el cerebro se activa, trayendo a la superficie recuerdos y
emociones que creíamos sepultados en lo más profundo de nuestra mente.
Sin embargo,
más allá de su capacidad para evocar recuerdos, los perfumes y colonias pueden
ser mucho más que simples herramientas nostálgicas. Representan, para muchos,
una forma de mantener viva la presencia de aquellos que ya no están físicamente
con nosotros. Al usar la fragancia de un ser querido ausente, podemos sentirnos
más cerca de él, como si estuviera presente en espíritu.
En un mundo
donde la distancia y el tiempo pueden separarnos de quienes amamos, esta
conexión emocional puede ser profundamente reconfortante. Para algunos, los
perfumes y colonias no solo son una forma de recordar a aquellos que han
partido, sino también una herramienta para sanar y seguir adelante.
Utilizar la
fragancia de un ser querido que ya no está entre nosotros puede ser una forma
de mantener viva su memoria y encontrar consuelo en momentos de duelo. Es como
llevar una parte de ellos con nosotros, recordándonos que, aunque puedan
haberse ido físicamente, su influencia y amor perduran.
En un mundo
cada vez más dominado por lo digital y lo efímero, los perfumes y colonias
representan una conexión tangible con nuestro pasado y con aquellos que han
dejado una marca indeleble en nuestras vidas. Son recordatorios constantes de
que las personas que amamos nunca están realmente perdidas mientras las
recordamos y las llevemos en nuestros corazones.
Lo que
menciono es lo que me ocurre con esta colonia. Ciertamente, no necesito ningún
perfume para recordar a mi querida madre, y menos en un día como el de hoy, el
"DÍA DE LA MADRE", pero al añadir el aroma de esta colonia, mis
recuerdos de ella se intensifican aún más, mucho más, trayendo a mi mente
infinidad de bonitas historias vividas junto a ella. Historias que, aunque no
están olvidadas, pueden estar dormidas en algún cajón archivador de mi memoria.
Fue ella
quien nos inculcó que antes de salir de casa siempre debíamos estar bien
aseados, bien peinados y ponernos un poquito de colonia, ¡ni el gato salía de
casa sin estas normas jajajajaja! De diario, mi madre utilizaba una colonia
sencilla y familiar, ya fuera una S-3 de Legrain, una Clair Matin, Heno de Pravia,
etc.
Estas eran
para el día a día, pero llegado el fin de semana y más si salíamos a dar un
paseo o teníamos algún otro compromiso, a ella siempre le gustaba improvisar
con otras colonias más duraderas y de más calidad, como bien podían ser de la casa
Avon, aquella colonia que te vendía la amiga o vecina pesada de turno que
llamaba a tu puerta incesantemente y a cualquier hora y una vez habrías te
decía "Avon llama a tu puerta" con un pedazo sonrisa dibujada en su
cara Ufffff qué grima jajajajaja.
Pero no son
los perfumes de Avon ni de sus originales envases lo que hoy recordamos. Otras
veces mi madre también usaba una clásica colonia que seguro muchos recordaréis,
una colonia que a mí me tenía cautivado, con aquel frasco escalonado, con
aquellas maderitas orientales buceando en su interior (algo que fue imitado con
gran éxito en otras colonias, estas que os menciono para bebé, pero en vez de
maderitas, estas otras llevaban un pequeño muñequito, seguro que lo recordaréis
mmmm, prometo que pronto escribiré un post sobre esta mítica y entrañable
colonia para bebes, ya que también es un gran clásico).
Ese perfume,
junto a todo el resto de conjunto: etiqueta, botella, tapón, incluso las
maderitas de su interior, le daban un aire de misterio y sumaban misticismo, en
definitiva, todo el conjunto rebosaba magia, la magia de las mil y una noches.
La historia
de esta colonia, la historia de Maderas de Oriente, es un ejemplo vivo de cómo
una fragancia puede trascender en el tiempo y convertirse en un verdadero icono
cultural. Esta colonia fue creada en 1918 por la compañía de perfumes
"Myrurgia", y es una esencia influida por el orientalismo que a
principios del siglo XX imperaba en el mundo de la moda y los perfumes.
Desde su
lanzamiento, esta agua de colonia ha sido mucho más que un simple producto de
belleza, siendo un símbolo de elegancia y buen gusto, capturando la esencia de
una época y perdurando a lo largo de los años como un tesoro cultural. El genio
creativo detrás de Maderas de Oriente fue Esteve Monegal, un artista y
empresario visionario que supo combinar arte y negocio para crear una obra
maestra olfativa.
Junto con el
talentoso diseñador gráfico Eduard Jener, Monegal ideó no solo la fragancia en
sí, sino también el diseño del envase que se convertiría en un ícono del estilo
Art Decó. El frasco de Maderas de Oriente es más que una simple botella de
perfume, es una pieza de arte que ha capturado la imaginación de generaciones.
Su elegante
diseño está presente en colecciones de prestigiosos museos de todo el mundo.
Ejemplares del frasco forman parte de la colección permanente del Museo de las
Artes Decorativas, del Disseny Hub Barcelona, y del Museo Nacional de Arte de
Cataluña. La fragancia de Maderas de Oriente es una fusión exquisita de maderas
especiales y aromas orientales, creando una experiencia olfativa única que ha
resistido el paso del tiempo.
Como ya ves
es más que una simple colonia, es un viaje a través de la historia y la
cultura, un testimonio de la capacidad del ser humano para crear belleza
perdurable, como me ocurre a mí con este perfume y su envase piramidal
escalonado. En conclusión, como ya os dije, los perfumes y colonias son mucho
más que simples fragancias, son portales a través de los cuales podemos viajar
en el tiempo y revivir los recuerdos más preciados.
Son testigos
vivientes de nuestra historia y de las personas que han dejado una marca
indeleble en nuestras vidas. Cada gota de perfume encierra una historia, un
amor y un vínculo que trascienden el tiempo y el espacio, recordándonos que,
aunque los seres queridos puedan haber partido, su legado vive en nosotros para
siempre.
¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES! ¡Feliz día, mamá! Besos allí donde estés, con todo mi cariño.
Siii! Me la has traído a la menoría, que originales eran algunos frasco de antaño.
ResponderEliminarAdemás, la originalidad de esta colonia y todo su conjunto sirvió de inspiración para otras que surgieron posteriormente.
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