Los tan esperados Reyes Magos están a punto de llegar a muchas casas para entregar sus regalos a los niños… Alguna Navidad tiene que ser que los pequeños de la casa, por primera vez, se planteen la existencia de los Reyes Magos y muchos papás y mamás en estos días se verán en la difícil situación de tener que contar la verdad sobre quiénes son los Reyes Magos, si existen o no y sobre todo que los niños lo acepten sin llevarse una gran desilusión.
Puede que alguna vez te hicieras esta pregunta: ¿Es posible que nuestros pequeños sepan que son los padres los que les traen los regalos y que, sin embargo, sigan creyendo en Sus Majestades los Magos de Oriente...?. Pues esta bonita carta escrita que compartiré a continuación en nuestro Blog (junto a unas imágenes de una pequeña colección de misivas reales de los años 60's, no escritas aún para sus majestades y que saque hoy de mi baúl) mmmm, será la contestación a la pregunta anterior.
Esta carta lleva años circulando por WhatsApp, Facebook, páginas Webs, etc. Se desconoce el autor original de esta tierna carta, pero lo que está claro es que es digna de compartir, y si no la conoces ya puede que te ayude en un momento dado con los peques de la casa. Esta carta-cuento la podéis copiar y leérsela a vuestros hijos o nietos cuando llegue el momento y así explicarles delicadamente y con dulzura la verdad sobre Melchor, Gaspar y Baltasar.
El texto comienza con un diálogo ficcionado. En él una niña explica a su madre que sus compañeros de colegio le han contado que los Reyes Magos son los padres. La madre le dice entonces que debe enseñarle algo, y saca la carta que guardaba secretamente en un cajón.
La misiva es un texto enviado a los padres de la niña por los Reyes Magos, en el que explican que ellos ya son muy viejos y que deben de hacerles tres favores.
- Mamá, mamá... Mis amigas del cole dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad?
La madre de Ariadna sonríe, le da un beso y le dice:
- Mira Ariadna… Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 7 años.
Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a Ariadna:
- Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?
- ¡Sí, mamá, por faaaavor!
- Apreciado papá y apreciada mamá de Ariadna... Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer Ariadna. Es una niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos.
Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos. Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:
*Primer favor: Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
*Segundo favor: Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a Ariadna hasta que cumpla los 7 años. Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque sino… ¿Qué pensarán de nosotros? ¿Dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
*Tercer favor: Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos, y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
Nada más. ¿No es demasiado, verdad? Cuando Ariadna te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos, léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más la queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón de perla. Besos y abrazos: Melchor, Gaspar y Baltasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR TU COMENTARIO!
Tu comentario ha sido enviado con éxito, pero está pendiente de moderación. En breve lo revisaré y lo publicaré en el Blog. Saludotes. HAL