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viernes, 20 de diciembre de 2024

LEVANTO MI COPA Y BRINDO POR EL GORDO DE NAVIDAD...

Justamente hoy se cumplen 10 años desde que escribí este artículo para nuestra antigua página de Facebook: "¡Yo también lo tuve! Nostalgia y recuerdos de los años 60, 70, 80 y 90's". Me parece el momento perfecto para recuperarlo y actualizarlo para nuestro blog. Si sigues leyendo, entenderás por qué.

Recuerdo aquellos sábados a mediados de los años 70's, cuando mi hermano y yo íbamos a casa de Jaimina, una amiga muy especial de él. Vivía en la portería de un edificio en la calle Rosellón con Gerona, muy cerquita de mi casa. Se puede decir que éramos vecinos y amigos.

En realidad, más que una casa, era la portería del edificio donde vivían y trabajaban sus padres. Ellos eran los porteros y, durante la semana, residían allí. Pero los viernes por la tarde se marchaban a su piso (no recuerdo bien dónde) y dejaban a Jaimina sola, supuestamente para que estudiara… o al menos eso les decía ella, jejejejeje.

Lo cierto es que en aquella portería había algo que siempre me llamaba la atención: una copa.

"¡UNA GRAN COPA, UN COPÓN!", como las clásicas de brandy, pero esta era muchísimo mayor, tamaño Goliat. Jaimina la utilizaba como pecera, con pequeñas piedrecitas de múltiples colores en su interior y un par de bonitos inquilinos, en su agua. Me encantaba aquella improvisada pecera y, en muchas ocasiones, me quedaba mirándola mientras empezábamos a jugar a los Juegos Reunidos Geyper. Pero aquello siempre acababa pareciendo un truco de Magia Borrás porque, como por arte de magia, los dos, Jaimina y mi hermano, desaparecían durante un buen rato... ¿POR QUÉ SERÁ? jajajajaja.

La cuestión es que al final siempre acababa quedándome solo y aprovechaba esos ratos para observar a aquellos dos peces de agua fría que vivían en la gran copa-pecera que tanto me gustaba.

Un día, en la feria de mi barrio en Barcelona, además de los cacharritos que pusieron y las casetas de tiro, también montaron alguna tómbola. Y en una de ellas, ¿cuál fue mi sorpresa? ¡Tenían copas-pecera como la de Jaimina! Yo quería una costara lo que costara. Acudí a mi hermano, y le di tanto la tabarra durante días que al final pude convencerlo (ya sabéis, un hermano pequeño puede ser peligroso, un arma de doble filo, si sabe algunos secretos del hermano mayor... jajajaja). Tuvo suerte, al tercer o cuarto boleto consiguió mi ansiada copa. Lo malo es que ya no quedaban de las transparentes y tuvimos que conformarnos con una de color ámbar, aunque en aquel tiempo la llamaban "color whisky". Supongo que sonaba más americanizado, más a la moda.

Aquella copa, como ya entenderéis, no era adecuada para utilizarla como pecera, pero alguna que otra alegría dio en casa. Mis padres la colocaron dentro de una vitrina junto a más cristalería, y la verdad es que le dieron bastante uso. Mi padre y mi madre solían guardar en su interior los resguardos de la quiniela 1-X-2, los décimos de la ONCE y, muy especialmente, los de la Lotería de Navidad. A los pobres nunca les tocó gran cosa, pero jamás perdieron la ilusión con aquellos números depositados en el interior de aquella gigante copa de color whisky.

Bien entrado el año 1997, mis padres se trasladaron al pueblo, a Cantoría - Almería, llevándose con ellos muchas cajas llenas de recuerdos de toda una vida. Uno de esos entrañables recuerdos fue la copa de la lotería. Desde aquel año le perdí la pista. Pensé muchas veces que se habría roto, y sentí pena porque me hubiera gustado hacerle una foto para nuestra página.

Este pasado verano, estando en la casa familiar del pueblo, me llevé una grata sorpresa al abrir una de las muchas cajas de cartón que tenían mis padres en el desván. La verdad es que mi mente se sumergió en un mar de recuerdos al contemplar tantas cosas que hacía años que no veía. Pero para mí, el verdadero "PREMIO" estaba al fondo de la caja. Allí, envuelto en papel de periódico, me preguntaba: ¿Y esto qué es? Puede que sea un jarrón o algo así. Al desenvolverlo, me quedé con la boca abierta... ¡LA COPA DE LA LOTERÍA!

Grato reencuentro fue volver a encontrármela después de tantos años. En mi cara se dibujó una sonrisa, y Judith, mi esposa, rápidamente se percató de mi alegría. Entre risas le conté la historia de los peces de Jaimina y los trucos de desapariciones de los Juegos Reunidos Geyper, mmmm, Borrás, jajajaja, ya que la de la lotería ella misma la pudo ver y vivir en su día.

Desempolvé la copa y la fotografié encima de la centenaria mesa de mármol almeriense de la cocina. Terminada la sesión fotográfica, la volví a envolver con sumo cuidado. Pero, pero, pero... pensé: este año y en los futuros años venideros, la tradición de mis padres de guardar los décimos de lotería, y muy especialmente los de Navidad, pasará a formar parte de mi casa y de los míos. Esa tradición la recuperaré y la adoptaré en honor y en memoria de mis muy queridos progenitores. Y como veis, así ha sido, la tradición continúa.

Este objeto, la "COPA GIGANTE", es un recuerdo especial para mí, un recuerdo que son tres en uno:

- La bonita pecera de Jaimina y aquellas divertidas y cortas pero intensas partidas de Juegos Reunidos Geyper, jejejeje.

- El premio de la tómbola de la feria que tanto deseaba, aunque no fuera exactamente el que yo quería.

- Y, ya por último, el que considero más importante: El recuerdo de mis queridos padres al guardar la lotería dentro de la copa, especialmente los décimos de Navidad, siempre con la esperanza de pillar un pellizquito del Gordo o de otra lotería.

Como ya sabéis, han pasado 10 años desde aquel primer artículo que escribí sobre esta copa y que hoy recupero y actualizo para desearos suerte y felicitaros las Navidades. También para deciros que sigo con la tradición de colocar la lotería dentro de la copa y que la ilusión jamás la perderé.

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025! Y si nos toca un pellizquito de la lotería, mmmm, ya sería el mejor final para este post ¡jajajajaja!





miércoles, 19 de marzo de 2025

VARÓN DANDY: EL LEGADO DE UNA FRAGANCIA ETERNA

Hay perfumes que no solo huelen, sino que cuentan historias. Historias de épocas pasadas, de personas que ya no están, de costumbres olvidadas y de ideales que hoy nos parecen tan lejanos como extraños. Varón Dandy es uno de esos perfumes. No es una simple colonia; es un testigo mudo con más de un siglo de vida, un frasco que guarda entre sus notas el alma de un país que luchaba por reinventarse.

Hoy, 19 de Marzo, Día del Padre, quiero compartir contigo recuerdos sobre esta joya olfativa. Un símbolo que, para muchos, sigue siendo tan controvertido como fascinante. Y añadiría algo más: un aroma muy familiar que seguramente muchos compartimos en nuestra memoria.

Pero antes de contaros esa parte entrañable del post, permitidme hablar, o mejor dicho, escribir un poco sobre la historia de esta colonia ambarina. Una colonia que, al abrir el frasco, te golpea de lleno con su aroma. Es como abrir un baúl polvoriento lleno de recuerdos: notas de lavanda vigorizante, bergamota amarga y un clavel tenaz que se abre paso entre las maderas nobles y oscuras, junto al musgo de roble.

 

Varón Dandy: Un Clásico con Historia:

Varón Dandy, un perfume que rompió estereotipos, es mucho más que una colonia; es un icono de la perfumería española que supo romper con los viejos prejuicios sobre la masculinidad. Nació en 1922, en una época en la que perfumarse se consideraba un acto casi exclusivamente femenino e, incluso, estaba asociado de manera peyorativa a la homosexualidad y a ser visto como algo "demasiado afeminado" o directamente "gay". En este contexto, esta fragancia se presentó como la primera opción verdaderamente masculina en España.

Su creador, Joan Parera i Casanovas (1884-1939), fue el artífice de este revolucionario perfume. Impulsada por Perfumerías Parera, la marca apostó por un concepto radical: un perfume que, a pesar de sus matices florales y delicados, reafirmaba el ideal del varón elegante y con carácter. Su imagen publicitaria mostraba a un hombre distinguido, con sombrero de copa, guantes y bastón, consolidando la idea de que el perfume podía ser un símbolo de sofisticación masculina.

Su lanzamiento marcó una revolución en una España donde el uso de fragancias estaba cargado de estereotipos. La publicidad de la época lo dejó claro: "El hombre que usa este perfume es un verdadero varón".

La evolución de la opinión pública, de ver en la perfumería un acto afeminado a valorarla como una expresión de identidad y elegancia, habla de una transformación social. La fragancia se convirtió en un símbolo de ruptura y reafirmación de la masculinidad. Además, su formato de gran tamaño y precio accesible permitió que llegara a un público amplio, consolidándose como un emblema de identidad y rebeldía contra las normas rígidas de la sociedad.

En los años 70's, Varón Dandy alcanzó una popularidad masiva, llegando a vender hasta dos millones de litros al año. Aunque Perfumerías Parera tenía otros productos, esta colonia, creada por Joan Parera i Casanovas, fue su estrella. Desde su fábrica en Badalona conquistó mercados nacionales y también internacionales, siendo un éxito en México, Argentina y, especialmente, en Puerto Rico, donde se decía que se vendía tanto que parecía que la gente se duchaba con ella.

Más de un siglo después, Varón Dandy sigue vigente, aunque con menor entusiasmo que antaño. Sin embargo, su legado permanece como un recordatorio de que los aromas pueden ser una poderosa herramienta de identidad, capaces de desafiar prejuicios y aportar sofisticación a la imagen del hombre moderno.

Quizá, en el futuro, lo más innovador sea volver a oler como en 1922.

 

Hace tiempo que quería conseguir una de estas botellas:

Hace unos días visité una pequeña y antigua perfumería de mi viejo barrio en Barcelona, un lugar donde aún vendían Varón Dandy añejo en botellas de litro, originalmente de Parera, y no de Coty como es en la actualidad.. Digo "vendían" porque me llevé la última botella de la época que les quedaba.

El dueño, un hombre ya muy mayor, me contó que todavía llegaban clientes jóvenes y curiosos que querían probar "el perfume de los abuelos". Algunos se reían al principio, otros fruncían el ceño al oler la botellita de prueba, pero muchos, por no decir casi todos, regresaban semanas después para comprar una nueva. "Es como el vino —me dijo—, hay que aprender a apreciarlo".

"¿Y usted, por qué se la lleva?", me preguntó aquel buen hombre.

"Para el Día del Padre", le contesté. Él asintió solemnemente con la cabeza.

"Para mí", continué. "Para mí, esta botella está llena de recuerdos, y quiero compartirlos con quien quiera escucharlos".

 

Es un aroma que conozco bien, me transporta al pasado:

Aquella pequeña botella de colonia ámbar siempre estuvo allí, reinando en el estante superior del armario Romí del baño, junto a la maquinilla de afeitar de mi padre, como un testigo silencioso del paso de los años. Ese tapón parecía contener siglos de tradición, y aquella inconfundible etiqueta dorada incorporaba los elementos icónicos que representaban su esencia tradicional y la elegancia masculina que buscaba transmitir la marca, componentes clave del emblema de Varón Dandy.

Sombrero de copa: simbolizaba la sofisticación y el estilo clásico asociado a la figura del "Dandy" (hombre refinado y elegante).

Bastón: representaba la distinción y el carácter caballeroso, reforzando la idea de virilidad y elegancia tradicional.

Guantes: evocaban el cuidado personal y el detalle en el vestir, asociados al hombre meticuloso y de buen gusto.

Para muchos, es un símbolo de la infancia, el aroma de su padre o incluso de su abuelo, un aroma muy familiar.

Desde niño, lo veía como un objeto casi sagrado. Era de papá. Su ritual matutino no estaba completo sin unas gotas de aquella colonia, que frotaba con maestría entre las manos antes de pasarlas por su rostro recién afeitado. Aquel olor era él. No había otra manera de describirlo. Era el aroma de mi padre, el aroma de los días de escuela, cuando, de buena mañana, entraba al baño para asearme antes de marchar al colegio y, en el ambiente, se notaba que mi padre ya se había afeitado y perfumado antes de marchar a trabajar.

También era el aroma de aquellas festivas y entrañables mañanas de domingo que tanto recuerdo, en las que salíamos juntos a comprar La Vanguardia o el semanario de El Caso. Luego, él tomaba su café y yo una Fanta de naranja en el Bar Montferry (Bar del Sr. Pascual) o en el Cala (el Bar Antonio). ¡Qué recuerdos! mmmm, Fanta y alguna moneda para jugar al PinBall, mientras mi padre se enfrascaba en la tertulia con los otros parroquianos de aquellos bares del barrio.

A los doce o trece años, la tentación fue más fuerte que yo. En secreto, empecé a usar unas gotas de Varón Dandy antes de salir a la calle, aunque solo fuera para comprar un paquete de arroz en la tienda de la esquina. Me hacía sentir mayor, importante, diferente. Pero claro, mi economía infantil, como mucho, daba para chicles y pipas, no para caprichos perfumados, así que el frasco de papá iba bajando más rápido de lo normal, con mi ayuda. Jajajajaja.

No tardó en darse cuenta. Un día, mientras me miraba con esa media sonrisa cómplice, me dijo:

—Si vas a usar mi colonia, al menos póntela bien. Así, mira...

Y con la paciencia de quien entiende los pequeños rituales de la vida, me enseñó cómo aplicarla sin parecer que me había caído dentro de la botella.

Con los años, mis gustos cambiaron y descubrí nuevos aromas. Floïd Blue llegó a mi vida gracias a mi hermano mayor (como cuento en esta otra historia de mi querida Floïd Blue), y luego vinieron otras fragancias que marcaron diferentes etapas. Pero Varón Dandy siempre estuvo ahí. A veces, en un rincón, olvidado por un tiempo, pero nunca ausente del todo, ya que era un aroma familiar.

Los años pasaron. Regalé Varón Dandy a papá cada Día del Padre, mientras mis hijos hacían lo mismo conmigo y me sorprendían con mi querido fluido azul. Hasta que un día desapareció del mercado, pero esa historia ya la conté en el enlace que dejé, por si queréis leerlo y echar unas risas.

Años atrás, mi hija pequeña solía preguntarme:

—Papá, ¿por qué tienes dos colonias, una azul y la otra amarilla?

Mi contestación era siempre la misma. Señalaba la botellita de Floïd Blue y le decía:

—La azul es para las aventuras del día a día.

Después señalaba la de Varón Dandy con una sonrisa y, guiñándole el ojo a mi hija, le decía:

—La de color ámbar, para los recuerdos.

En la actualidad, Varón Dandy se sigue fabricando, aunque su color es más claro. El aroma se podría decir que es el mismo, pero mucho más débil, como los abrazos que, por desgracia, ya no puedo darle a mi padre. Por eso guardo este set de colonia Varón Dandy de la época, con el auténtico y penetrante perfume.

Cuando papá se fue, una de las pocas cosas que quise conservar fue aquel frasco. De vez en cuando, lo destapo y dejo que el pasado me abrace, aunque sea solo por un momento. Cierro los ojos y respiro hondo... Por unos instantes, creo oír su risa entre las notas amaderadas, cálidas y especiadas, y me suele parecer escuchar sus palabras, como cuando era niño, diciéndome:

"Póntela como yo te enseñé y recuerda cerrar bien la botella. Siempre se te olvida y se evaporará."

Jajajajaja. Ahí está él... En esos consejos, en esos recuerdos, en ese perfume, en esos instantes que me transportan al pasado, volviendo a las mañanas de escuela, a los paseos mañaneros de domingo, de periódicos, de Fantas y partidas de PinBall, o a las tardes de domingo en las que salíamos los tres, mi madre, mi padre y yo, a comernos una rica tarrina de helado.

 

Feliz Día del Padre:

Estoy seguro de que hoy Varón Dandy sigue siendo un regalo recurrente en el Día del Padre en España, aunque muchos lo buscan más por nostalgia que por otra cosa. Y lo mejor de todo es que, en muchas barberías, ha vuelto a ponerse de moda, con la clásica botella de litro en sus estantes y el placer de un refrescante masaje en la cara después de un buen afeitado mmmm, eso no tiene precio.

Espero seguir guardando ese aroma durante muchos años, en mi baúl especial de los recuerdos y en mi corazón.

¡Feliz Día del Padre, papá! Allí donde estés, estoy seguro de que seguirás dejando tu inconfundible rastro de Varón Dandy.














viernes, 23 de diciembre de 2022

PREGÚNTAME QUÉ HORA ES...

Pues ya se terminó el polémico Mundial de Qatar, fueron los de la camiseta albiceleste los que se llevaron la copa para su Argentina, mis felicitaciones.

A lo que íbamos... ¿Te imaginas haber asistido al mundial de futbol con un peluco tan chulo y futbolero como el que os enseño? mmmm 101% que triunfas jejejeje.

Estos relojes estaban y están entre mis favoritos, por eso los tengo en mi colección, aunque debo reconocer que algunas veces cuando me junto con amistades futboleras me siento un poco desplazado, una especie en extinción, ya que poco, muy poco me gusta el futbol, pero el reloj me encanta y si no fuera así mmmm tengo otros 11 relojes con diferentes deportes, donde puedo elegir el que más me guste o del que yo sea seguidor, que lastima que de "Sofing" o de "Siesting" Dos grandes actividades físicas que practican los más atrevidos desde casa, no tengan su esfera relojera dedicada a ese par de grandes deportes muy nuestros jajajajaja.

Estos relojes y similares se podría decir que estaban en la categoría 2 de nuestra infancia, ya que la 1 estaba reservada para los que nos dibujábamos aquellos relojes en nuestras pequeñas muñecas con boli o rotulador y dábamos la hora en carne y hueso jejejeje.

Y ya en la categoría 3 (eso ya eran palabras mayores) estaban los relojes de verdad, los deseados relojes de comunión, los mismos que al ser regalados solían ir acompañados de una serie de futuros consejos y recomendaciones de nuestros adultos...

"Ya eres todo un hombrecito (hombrecito en mi caso, pero para las niñas también podían ser consejos parecidos o similares) ya tienes un reloj de verdad, hiciste la comunión y ahora tienes que ser mejor niño y no tan travieso como eras, tienes que estudiar más y hacer caso a los padres y echar más formalidad." mmmm tú asentías con la cabeza mientras te soltaban el discurso, que te sonaba a chino, lo único que te preocupaba en ese momento era darle cuerda al reloj... Si ya eras de la época del digital y tal y tal te concentrabas en pulsar los botones para averiguar si el reloj tenía cronómetro y alarma y si era reloj calculadora ufffffff alucina vecina... Mientras que el adulto te taladraba con BLA, BLA, BLA y BLA... Y tu absorto en realizar el juego de "EL BEBE" tecleando los botoncitos del mini reloj calculadora.

Pintados, de juguete o de verdad, tengo muy buenos recuerdos de todos los relojes que abrazaron mis muñecas y como ya dije, estos de la conocida casa "HEDI" que están entre mis favoritos, con la serie "GRANDES OLIMPIADAS" o los que también eran iguales, pero con el dibujo de la panoplia diferente y que llevaba por título "CONTAMOS CONTIGO", apoyaron la campaña deportiva de Juan Antonio Samaranch.

Estos que os enseño no son los únicos que recuerdo y guardo con mucha nostalgia y cariño dentro de la colección de mi baúl, también guardo otros de diferentes marcas, modelos con diferentes y muy originales mecanismos, unos icónicos relojes que quedan pendientes de enseñar otro día y de seguro que cuando os los enseñe, los recordaréis perfectamente y os traerán muy buenos recuerdos.

Uffffff ¡PERO QUÉ MANDÓN! Y no es broma, esto no estaba pensado ni preparado... Mientras estaba escribiendo este post, se ha puesto a vibrar como loco el reloj smartwatch que llevo en la muñeca y me sale en la pantalla un holograma de un monigote haciendo gimnasia, animándome a que lo siga, me dice que llevo mucho tiempo parado, que me ponga a hacer ejercicio mmmm me parece que me voy a poner el reloj "HEDI" Futbolero o cualquier otro del blíster de las olimpiadas y el de verdad lo voy a aparcar unos días, al menos hasta que pasen estas fiestas y así podre evitar que me regañe porque duermo lo justito o hago poco ejercicio o porque tengo algún exceso de más en estas fiestas Navideñas... Ufffff menos mal que este tipo de relojes no existían cuando hicimos nuestras primeras comuniones jajajajaja

















sábado, 25 de marzo de 2023

LA HISTORIA DETRÁS DEL ICÓNICO TORO DE OSBORNE

Todos hemos visto alguna vez mientras viajábamos por esas carreteras, la negra figura imponente que se muestra en el horizonte, la silueta de un toro coronado por dos grandes cuernos, un toro que formaba y aún sigue formando parte del paisaje y que para muchos de nosotros también forma parte de los recuerdos de nuestra infancia, como es mi caso y puede que también sea el tuyo, un recuerdo compartido y muy similar al de muchos de vosotros.

Cada vez que vamos a mi pueblo (Cantoría - Almería) solemos cruzarnos con un majestuoso toro de "OSBORNE", así que en uno de esos viajes vacacionales pensé que sería un buen artículo y le hice unas cuantas fotos desde el coche para un futuro trabajo en mi vieja página "Yo también lo tuve!", de facebook mmmm y que mejor que esta semana para recuperar aquel artículo y adaptarlo para un post en nuestro blog, ya que el icónico toro recientemente cumplió 25 añitos de su indulto. El acuerdo del Consejo de Ministros del 20 de marzo de 1998 indultaba a este hito de la publicidad española, permitiendo que casi un centenar de gigantes astados sigan en la actualidad a la vera de carreteras de nuestro país.

Clic, Clic le hice unas fotos en plena marcha mientras mi hija de extranjis era la que me retrataba a mí desde los asientos traseros del coche... Clic, jajajaja que audaz la señorita, la verdad es que no sabía nada de aquella foto robada hasta que me la enseñó y menuda sorpresa me dio, eso de pillarme por la retaguardia mientras yo fotografiaba al toro, le quedó muy original.


Mirando estas fotos me viene a la memoria aquellos primeros viajes familiares de vacaciones, te encontrabas con un montón de esos toros coronando las cimas de los cerros y yo dubitativamente les decía a mis padres que ya habíamos pasado por aquel lugar, mirando la silueta del toro que tanto se repetía jajajaja ya siendo un poquito más mayor descubrí que no, que no estábamos dando vueltas en círculo, sino que había muchos de aquellos astados en diferentes montículos, y empecé a contar todas aquellas siluetas taurinas, así se me hacía más entretenido el viaje... Por eso, este toro para mí es algo muy entrañable, porque lo relaciono con el periodo de vacaciones estivales, en aquellos felices viajes al pueblo para ver a la familia y sobre todo a mis amigos de la infancia.



El toro de Osborne es una enorme silueta de un toro de lidia, icono que por encargo del "Grupo Osborne" fue creado como un diseño de un símbolo que sirviera para representar el brandy Veterano. Como dato curioso, añado que la creación original podría ser del pintor "Enrique Mélida", plasmada en su cuadro titulado "Se aguó la fiesta" de 1876. Mirando este cuadro de Mélida nos viene a la cabeza la imagen publicitaria del toro de Osborne, lo que hace pensar que la silueta recortada en el horizonte de este podría haberse inspirado en el cuadro de Mélida, ¿plagio...? ¿Quién sabe?, si lo buscas en internet "Se Aguó la fiesta (1872), de Enrique Mélida" mmmm que cada cual saque sus propias conclusiones al respecto.

El Toro de Osborne es una enorme silueta publicitaria de un toro bravo de lidia que tiene unos 14 metros de altura, y fue utilizada en un principio para anunciar el brandy Veterano, del Grupo Osborne (de ahí deriva el sobrenombre). Estas vallas se emplazaron en 1957 en distintos puntos del territorio español, cerca de las carreteras, quedando en contraste con el horizonte para que se divisaran mejor. Al ser vistas por los viajeros que circulaban por las carreteras, cobraron una notoria popularidad.


El diseño original pertenece a Manolo Prieto, que en 1956 lo presentó para la agencia Azor y en un principio fue rechazado porque parecía más adecuado para una ganadería. Así que el artista tuvo que ir hasta "El Puerto de Santa María" para convencer a Osborne de que el concepto era el adecuado, logrando su objetivo. Por aquella época los primeros toros eran de madera y no medían más de 4 metros, tenía la cornamenta pintada de blanco y las letras "OSBORNE" pintadas en la estructura, pero como las vallas publicitarias eran de madera, sufrían las adversidades meteorológicas y se deterioraban fácilmente, así que se empezaron a utilizar otras chapadas en metal en el año 1961, pero esta vez alcanzando los 7 metros de altura frente a los 4 anteriores.

El diseño tenía los cuernos blancos y solía llevaba el rótulo "VETERANO OSBORNE" escrito en blanco y el exterior de la letra en rojo. También aparecía una copa de brandy sobre la letra N. Pronto estas vallas peligraron debido a nuevos estatutos sobre la publicidad en carretera. En 1962 apareció una ley que prohibía las vallas publicitarias cerca de las carreteras, debiendo dejar un espacio mínimo de 125 metros. Para solucionar el inconveniente, los toros se alejaron, pero aumentaron su tamaño hasta alcanzar los 14 metros de altura para suplir así la distancia. En 1988, la Ley General de Carreteras prohibió la publicidad en autopistas y carreteras.




Para que los toros pudieran seguir existiendo, se eliminó la marca de la empresa en los rótulos, dejándose solo las vallas de los toros. En septiembre de 1994 apareció un nuevo Reglamento General de Carreteras que decretaba eliminar los "Toros de Osborne" pero la presión de las comunidades (en especial la andaluza) y la sociedad española consiguieron salvarlos. Sin embargo, es en 1998 cuando el Tribunal Supremo indulta definitivamente la silueta del toro en las carreteras, ya que entiende que ha dejado de ser el emblema de una marca, para convertirse en algo decorativo, integrado en el paisaje, un patrimonio cultural y artístico bajo esta declaración: Ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje convirtiéndose en uno de esos grandes iconos de nuestro país.

Actualmente, en España existen unas 91 figuras aproximadamente, repartidas por la geografía española, pero llegó a acoger más de 500 toros distribuidos por esos cerros cercanos a las viejas carreteras. Los Toros de Osborne se fabrican en los talleres de la industria familiar Tejada, de El Puerto de Santa María. En sus hornos se elabora esta silueta de medidas admirables: con un peso de unos 4.000 kilos, una altura cercana a los 14 metros (lo que equivaldría a un edificio de 4 plantas) y una superficie de unos 150 m². Su armazón está formado por 70 chapas de 90 x 190 centímetros y unos 2 mm de espesor.

Para asentar estas construcciones se deben realizar genuinas obras de ingeniería. Primeramente, se prepara el amarre de las cuatro torretas metálicas que aguantan la figura, con una base formada por 4 zapatas de 6 m³ de hormigón cada una, y un peso total aprox. de 50.000 kilos. El siguiente paso es engarzar las piezas como si de un rompecabezas se tratara, teniendo que hacer 1.000 agujeros con taladro para fijar las partes con tornillos de doble tuerca, finalizando el trabajo dándole color al toro, utilizándose unos 50 kilos de pintura negra para recubrir al majestuoso animal. De lo que no tengo la menor duda, es que según todos los pronósticos, guste o no, llueva, truene o haga sol, a muchos de nosotros el toro nos seguirá trayéndonos muy buenos recueros de niñez. 

lunes, 13 de junio de 2022

SE CUMPLEN 40 AÑOS DEL MUNDIAL DE FÚTBOL ESPAÑA 82. EL DE NARANJITO

Podríamos empezar diciendo que como todo acontecimiento deportivo, el Mundial de España no podía carecer de mascota, que, por cierto, hoy en día está considerada una de las mascotas más bonita o por lo menos más emblemática de la historia de los mundiales mmmm, pero no fue siempre así, como leeremos más adelante...

Con Naranjito como mascota oficial, el domingo 13 de junio de 1982, a las 19 horas, al 11 de julio de 1982, se dio comienzo a la ceremonia inaugural del Mundial de Fútbol de España, en el Camp Nou de Barcelona. 24 países compitieron en diecisiete estadios de catorce provincias. En lo deportivo, aquello fue un desastre porque nos eliminaron pronto y ni pudimos ganarle a Honduras. Al final, fue campeón el equipo de Italia que, con Paolo Rossi marcando media docena de goles, pasó por encima de Alemania, Polonia y la Argentina de Diego Armando Maradona.

Aquel 13 de Junio, fue una jornada dominical previa al verano y por los altavoces y equipos de amplificación del estadio se escuchó la voz de Plácido Domingo entonando el himno del campeonato, El Mundial: El sol ilumina el estadio/España se viste de fiesta…

La mascota Naranjito, una naranja antropomórfica vestida con los colores de la selección española y con un balón de fútbol bajo el brazo, fue creada en la agencia de publicidad Bellido, en pleno centro de Sevilla. Sus creadores fueron José María Martín Pacheco y Dolores Salto Zamora y el premio otorgado por la Federación Española de fútbol fue de un millón de pesetas. Lo más curioso del asunto es que la federación revendió los derechos de explotación e imagen a una empresa británica por 1.400 millones de pesetas (unos 8,4 millones de euros).

Naranjito forma parte de toda una generación que en la actualidad sigue viéndolo con cariño y añoranza por tiempos pasados. Sin embargo, los inicios no fueron nada sencillos para este entrañable personaje.

Como ya leísteis anteriormente, las primeras impresiones sobre la elección de la mascota Naranjito fueron un sinfín de críticas atroces. Aberración, engendro, vergüenza nacional, etc. Esos fueron algunos de los improperios dirigidos a la pobre fruta. Se trataba, en efecto, de todo un cambio en la historia de las mascotas de los mundiales. Antes que él había existido el león Willie, mascota de Inglaterra 1966, y cuatro niños: Juanito en México 1970, Tip y Tap en Alemania 1974 y por último Guachito en Argentina 1978.

Naranjito fue, por tanto, la primera mascota inanimada de la historia. Logró imponerse a otros trabajos como "Toribalón" del madrileño Pedro María Laperal (un toro con cuerpo de pelota de fútbol) o "Brindis" obra del catalán Jorge Gabernet (un niño vestido de rojo con una montera de torero y un balón).

Naranjito tuvo muñecos, refrescos, décimos de lotería, postales, camisetas, llaveros, medallas, pegatinas, huchas, monedas, puzles, sellos de correos y juegos de todo tipo como por ejemplo estos que os enseño de "Juguetes Piqué" unos juegos de bolitas y que hoy saque de EL BAÚL DE HAL, en definitiva, innumerables objetos de mercadotecnia.

Crearon hasta sus dibujos animados con otros personajes como su novia "Clementina", su amigo el limón "Citronio", el robot "Imarchi" y los malos "Zruspa" y "Los Cocos". Naranjito salía hasta en la sopa y ahora, cuarenta años después, se ha convertido en un símbolo de la cultura española de la década de los 80's.

Está más claro que el agua, aquel muñeco simplón y alegre, es un símbolo de toda una generación y desde luego, visto así, quien ganó el Mundial de España 82 fue Naranjito en la prórroga de los 40 años jejejejeje.

Naranjito ya pertenece a esa historia icónica, dedicada a todo aquello que siempre nos recordará a que en España se vivió un gran acontecimiento deportivo como fue y es una Copa del Mundo. Un desfile de símbolos que identifican todo aquello que se vivió en 1982.

En estos tiempos estos recuerdos valen su peso en oro y son buscados por los coleccionistas más avezados. Por algo son historia de España 82, historia de nuestra feliz infancia y de nuestra juventud.

Y ya para terminar este post dedicado a Naranjito y al 40 Aniversario del Mundial de fútbol de España 82, quiero relataros una curiosa y entrañable anécdota que seguramente se repitió en algunas otras casas de aquel 1982...

Ayer hablaba con Judith, con mi esposa, sobre Naranjito y de todos aquellos recuerdos que me traía y ella me contó que también este día le traía grandes y mágicos recuerdos... Aquel domingo 13 de junio de 1982, una hora antes de la inauguración del Mundial, llegaron unos técnicos a su casa, traían una caja muy grande, tan grande como ella misma o más jajajajaja aquellos señores junto a su padre (mi suegro) la abrieron y de ella sacaron un pedazo televisor a color que sustituiría al viejo que tenían en blanco y negro y que al final termino haciendo su uso en la cocina...

Mi mujer me contaba que su padre iba diciendo estos mundiales, se merecen verlos en color, así que... Toda la familia se quedaron boquiabiertos, me explicaba mi mujer y me decía que lo que más recordaba era toda la familia delante del televisor momentos antes del primer partido y que lo que más se le quedó grabado fue el ver aquel verde césped del Camp Nou, fue un día mágico lleno de colores, desde aquel día se le borró la España en blanco y negro jejejeje.

Algunos os preguntaréis ¿mmmm, pero si era domingo como puede ser que vinieran los técnicos a casa a instalar televisiones? Pues si amigos, muchos comerciantes aprovecharon el Mundial de futbol España 82 para promocionar sus productos haciendo golosas ofertas de vídeos y televisiones, aquel mundial se tenía que ver de lujo y muchas tiendas utilizaron el eslogan "Asegúrese una butaca de primera fila".

Las tiendas de electrodomésticos y bazares, no tardaron en pegar a Naranjito en sus escaparates de cristal con ofertas por la que podías comprar un televisor Philips, Telefunken o los recordados Thomson en color con el sistema de sonido Hi-Fi por 50.000 pesetas aproximadamente, instalación incluida incluso en día festivo (esto último solo en algunos comercios que llevaron más allá sus ofertas de última hora).

¡FELIZ DÍA NARANJITO!