Las gomas de
borrar, un producto que para mucha gente no es más que un trozo de goma para
borrar nuestros errores escritos en un papel, pero que para muchas otras son
todo un mundo. Existen coleccionistas propietarios de impresionantes
colecciones con cientos o miles de gomas de todo tipo con diferentes formas y
colores.
Mucho ha
llovido ya desde que Joseph Priestley en 1770, y de manera casual, descubrió
que frotando un trozo de caucho sobre un papel en el que se había pintado
anteriormente con un lápiz, la marca dejada por este desaparecía al instante.
Esto era así
debido a que la fuerza de adhesión del caucho es mayor que la del papel, por lo
que el grafito pasa a la goma en vez de perdurar en el papel.
Pero no
sería él, el que se lucrase del descubrimiento, ya que fue Edgard Nairne quien
lo empezó a comercializar, cobrando tres chelines por cada goma que vendía y
pasando a algunos libros de historia como el inventor de la goma de borrar,
aunque realmente no fuese así.
El único
problema que existía era que esta goma se pudría y empezaba a oler realmente
mal, inconveniente que solucionaría Charles Goodyear mediante el proceso de
vulcanización alrededor de 1844.
Como dato
curioso, antes de que se inventaran las gomas de borrar, en el siglo XVIII, se
usaba miga de pan para borrar y doy fe de ello que funciona, en clase a mí me
hicieron algún apaño... En caso de necesidad, un trozo de tu almuerzo puede
hacer un gran arreglo en tus apuntes, aparte de quitarte el hambre a la hora
del recreo jejejeje.
Por eso hoy
en día todavía hay gomas que conservan ese sobre nombre, como en el caso de las
entrañables y famosas "Milán 430" También conocidas y recordadas como
Milán miga de pan mmmm para el dibujo, son de las mejores.
La 430 de
Milán es una goma de borrar mítica en nuestro país, desde su creación en 1918,
la goma de borrar miga de pan ha formado parte de los estuches escolares de
todo tipo de estudiantes durante generaciones, pero también otras brillaron con
luz propia, como fueron las gomas con forma de animalitos, con aquellos ojos
saltones que se movían alocadamente mmmm y que me dices de las Milán de nata
con aquel dulce y suculento aroma a nata.
Gomas que la
mayoría de veces aun siendo cuadradas se iban redondeando de tanto usarlas y
eso en el mejor de los casos, ya que también había quien las torturaba
haciéndoles un agujero con el lápiz en el medio y le daba vueltas entre las
palmas de las manos como si estuviera haciendo fuego, sacándole así las virutas
¿o eso solo lo hacía yo...? jejejeje. Por no hablar de los comegomas, que poco
les duraban enteras las de nata o las de olores afrutados.
También
existían las gomas de borrar que te daba pena estrenar y que jamás borrabas con
ellas, solamente las tenías como una bonita decoración de tu estuche y a decir
verdad no es que borraran muy limpiamente, pero eran una chulada, como estas
que hoy saque de mi colección de "EL BAÚL DE HAL" Una antigua caja
expositor de 10 gomas de borrar recubiertas con anillos plásticos desmontables
con diversos colores y con una clara alusión a Mazinger Z, las "MULTIGOMA
MZGr Z DE FACTIS"
¡Ay! Si con ellas pudiera borrar todos mis errores mmmm y no me refiero únicamente a los escritos sobre papel jejejeje...
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