Hace unos días visitando
un pequeño mercadillo de antigüedades junto al mar, mis ojos se posaron en una
preciosa y artesanal caja de naipes, aunque seguí mi paseo entre aquellos
puestos, pero no se me iba de la cabeza la imagen de aquella bonita caja que podía
albergar un par de barajas en su interior, es más, yo diría que me estaba
llamando jejejeje.
Sin darme cuenta me vi
de nuevo en aquel puesto, pero esta vez cartera en mano, sacando el dinero para
pagar aquel mini baúl dedicado a la baraja española, una caja de maderas
nobles, digna de cualquier tahúr de exquisitos gustos... Yo de tahúr tengo poco
o nada jejejeje, pero me gustan las cosas bonitas y además esto que os cuento
va más allá, digamos que lo envuelve un halo, una pátina con trasfondo nostálgico
que pronto entenderéis, pero antes...
En el post de hoy quiero
enseñaros y recordar junto a vosotros unas barajas de naipes o si prefieres
juegos de cartas, con un modelo muy conocido y concreto, me refiero a la
"Baraja Fournier Nº 55". La baraja de siempre, con caras
tradicionales catalanas mmmm este diseño de caras catalanas (así se la conoce)
es especial para mí y les guardo un gran cariño principalmente a estas dos
barajas que os enseño y que ahora tienen un lugar muy adecuado donde poder
guardarlas y protegerlas.
Para seguir con el post,
tengo que trasladarme a los años 70's. Era uno de aquellos domingos que
solíamos ir a ver a mi tío Antonio y familia a Tarrasa y pasar junto a ellos el
día. Aquel domingo mi tío saco una caja de zapatos y le dijo a mi padre
"Rafael abre la caja y llévate las que quieras". Mi padre extrañado
la abrió sin saber lo que se iba a encontrar, la caja estaba repleta de barajas
de cartas, no sabría deciros cuantas, pero una cincuentena o más seguro que si
y según mi recuerdo, mi padre pregunto "Antonio ¿de dónde sacaste tantas
cartas...?".
Como ya os dije, muchos
domingos solíamos ir a ver a mis tíos y primos a Tarrasa mmmm para ser más
concretos, al barrio de las arenas, un barrio con las dos caras de la moneda,
un barrio obrero con muchos emigrantes, en su gran mayoría andaluces como mi
tío y familia, un barrio humilde y trabajador que estaba creciendo a pasos de
gigante con materiales pobres que con los años nos dio a conocer lo que fue y
es la aluminosis.
Mi tío era muy buscavidas
y trabajaba en lo que iba encontrando, en aquellos días le ofrecieron trabajo
en un bar justo al lado de su casa, aparentemente era un bar de barrio de lo
más normal, pero por las noches muchos rincones de las arenas se transformaban,
esa era la otra cara de la moneda.
Clubs nocturnos abrían
sus puertas y señoritas ligeras de ropa te ponían una copa con la mejor de sus
sonrisas y si querías algo más mmmm todo tenía un precio, también estaban los
bares como aquel que trabajó mi tío y que como ya os dije aparentemente era un
bar de barrio de lo más normal, pero por la noche dejaba de lado la normalidad
para convertirse en un garito clandestino, donde muchos se jugaban la semanada
o cosas mucho peores jugando a las cartas y claro, en esos ambientes cargados
de humo, juego, nervios, adrenalina y alcohol solo falta una pequeña chispa
para que se incendie la Santa Barbara, por esta razón contrataron a mi tío para
que actuase de bombero en momentos de incendio y si era necesario acompañar por
las buenas al pirómano de turno, ya que por las malas pocos querían, al ver a
aquel pedazo de armario de brazos tatuados con símbolos de la legión y que
solía cantar o silbar aquella canción que decía "Soy el novio de la
muerte". En definitiva, un veterano legionario chusquero con muy malas
pulgas con los desconocidos que le tocaban las narices, pero una bellísima
persona con su familia.
"¡ANTONIO! ponme un
cubata y tráenos una baraja nueva, esta no me gusta, tírala a la basura".
Por desconfianzas, sospechas o por cualquier otra cosa, aquellas noches se
podían tirar a la basura tres o cuatro barajas desechadas por los jugadores en
aquella timba ilegal, donde muchos perdían hasta la camisa.
Y Antonio cuando se
quedaba solo recuperaba del cubo de la basura aquellas barajas que estaban en
buen estado y sin marcar jejejeje algunas de ellas completamente nuevas con tan
solo un par de manos jugadas.
Así fue como mi padre se
hizo con media docena de barajas ante la insistencia de mi tío. "Cuñaoo
llévate las que quieras, tengo otra caja como esa llena...". En
definitiva, para no hacerle el feo a mi tío Antonio, mi padre se cogió media
docena de aquellas barajas españolas con caras catalanas de la casa Fournier,
tres con el reverso negro y tres con reverso marón.
La verdad que a mi padre
nunca le gustaron los juegos de cartas, recuerdo alguna historia que contó de
gente que conoció del pueblo, auténticos y enfermos ludópatas del juego que
llegaron a apostar sus más preciados bienes, dinero, tierras, incluso llegando
a tales extremos muy grabes como el apostar a sus hijas o mujeres ufffff
terrible y aquellos casos que él vio siendo niño en cierto modo lo marcaron al
igual que a mi abuelo, que dejó claro que jamás entraría una baraja de cartas
en aquella casa y que no quería ver a sus hijos jugando o con una en las manos
bajo pena de un severo castigo.
Y doy fe que mi padre
cumplió la orden del abuelo, hasta tiempo después de que mi tío le regalara
aquella media docena de barajas mmmm no sé cómo sería, ni el por qué, pero un
buen día llegué a casa y me encontré a mi padre y a mi madre jugando a la
brisca, supongo que estaban aburridos y no echaban nada bueno en la TV
jajajajaja y a decir verdad desde aquella tarde noche que los pille jugando en
más de una ocasión me uní a ellos y jugué muchas partidas a la Brisca o al 7 y
medio, las únicas apuestas fueron garbanzos duros o pesetillas que tenían en un
pote y que después de jugar ganase el que ganase acababan otra vez todas juntas
y al pote de las pesetillas para otro día jugar y pasar un rato jugando en
familia y echando unas risas.
Estas dos barajas que os
enseño son las supervivientes que quedan de aquella media docena de cartas que
le regaló el tío Antonio a mi padre y con las cuales jugué más de una mano con
mis padres, es de ley tenerlas bien guardas y protegidas en una bonita caja
¿verdad? Seguro que vosotros también haríais lo mismo agradecidos por los
recuerdos que te pudieran transmitir mmmm siempre que fueran buenos recuerdos
como en mi caso, ya me entendéis.
Y ya después de este
pequeño recuerdo de abuelo cebolleta, permitidme que me centre un poquito más
en el modelo de esta baraja y os cuente un poco de su historia y alguna
curiosidad más técnica.
Historia y curiosidades de Fournier y la clásica y tradicional
baraja con caras catalanas.
Los Fournier llegaron a España en 1785, procedentes de Francia,
donde la incertidumbre provocada por el clima pre-revolucionario no era el más
propicio a la hora de desarrollar con tranquilidad el oficio la familia, que no
era otro que el de las artes gráficas.
En 1868, Heraclio Fournier, descendiente de famosos maestros
impresores de París, se estableció en Vitoria y fundó un pequeño taller de
naipes, Su espíritu innovador le llevó a incorporar las últimas técnicas de
impresión y ampliar su negocio en un importante emplazamiento en la calle
Manuel Iradier. Visionario en su tiempo, tras un comienzo próspero usando
métodos de impresión innovadores, en 1877, solicitó a un profesor de la Escuela
de Artes y Oficios de Vitoria, D. Emilio Soubrier y al pintor Díaz de Olano, el
diseño de una baraja de cartas.
Este momento marca un antes y un después en la historia de la
compañía, ya que esta baraja de cartas es el preludio de los actuales naipes
españoles. Se presenta un set de 20 barajas con las nuevas figuras de la baraja
emblemática de la firma que llegaron a obtener varios premios por la calidad
del diseño, el color y la impresión en la Exposición Universal de París de
1889.
La baraja de cartas más famosa de España se instaló como la
referencia nacional en torno a mediados del siglo XX. Antes, el panorama era
muy diferente. Había muchos fabricantes provinciales, con sus propios diseños.
Destacan los gaditanos, que expandieron sus barajas por Latinoamérica, y los
catalanes, entre las marcas catalanas, una de las más icónicas es Guarro.
Guarro, fabricante de papel de calidad, hizo su propio papel para
naipes y como nadie lo compraba empezaron a imprimir ellos mismos los naipes. Y
así empezaron a ser una seria competencia de las marcas ya establecidas, pero
debido al auge de Fournier y una baraja de ventas generalizada, se unió con
otros naiperos bajo la marca Fabricantes de Naipes de España, S.A., constituida
en el 1917.
Lo cierto es que lo que tenía que ser, fue y Fournier terminó
comprado Fabricantes de Naipes de España S.A., de esta forma se hizo con el
excelente papel de Guarro, que era el mejor y superior, con la mejor calidad de
los de la época. Recordemos que Fournier también se hizo famoso por su papel,
más resistente y flexible que los de la competencia.
Cuando Fournier compró Naipes de España S.A., cerró todas las
empresas que la componían y se quedó los diseños con más aceptación y los
imprimió posteriormente bajo la marca Fournier y aquí es donde surge una
interesante curiosidad, los diseños es decir, los dibujos de las cartas que os
enseño, las llamadas barajas de caras catalanas realmente no son una creación
de Fournier, estas fueron creadas por la casa Guarro y Fournier continuó
imprimiéndolas con su nombre.
Pero Fournier tiene solamente barajas españolas, su abanico es muy
amplio, hay que tener en cuenta sus licencias de personajes de compañías como
Warner Bros, Walt Disney y muchas otras barajas destinadas al público infantil,
al igual que también se pueden encontrar cartas educativas, naipes para ilusionistas,
barajas francesas, tarots, juegos de mesa, accesorios para juegos de cartas,
tapetes de fieltro y otras muchas cosas relacionadas con este mundillo del
juego y las cartas.
Aunque resulte más prosaico, Heraclio Fournier ha apostado por la
personalización de barajas, consciente de que su producto es un magnífico
soporte para anunciar todo tipo de empresas cuyo logotipo, al estar impreso en
el reverso del naipe, permanece a la vista de los jugadores durante toda la
partida (eso sí es una excelente publicidad jejejeje).
Seguimos con las curiosidades diciendo que está muy extendida la
percepción de que los palos de la baraja española son una metáfora de la
sociedad medieval: el oro sería una referencia al dinero y la nobleza, la copa,
a la iglesia, la espada, al ejército, y el basto, a los campesinos.
Con diseños de 40, 48, o 50 naipes, en función del juego que se
emplee, la baraja española es la única en el mundo que no posee una figura
femenina. Consta de reyes, caballeros a lomos de sus corceles y unos pajes
ligeramente afeminados, conocidos como sotas, pero no tenemos reinas.
Hacia el siglo XVI la baraja española introdujo una innovación que
la hizo única. Se trata de las pequeñas discontinuidades que aparecen en los
lados inferior y superior del rectángulo que enmarca los motivos de cada naipe,
las llamadas pintas que son las discontinuidades en los lados inferior y
superior del rectángulo que encierra los motivos de cada naipe. Es una de las
innovaciones de la baraja española frente a la de otros países.
Estas pintas ya aparecen en barajas del siglo XVI para, según se
cree, dificultar la visión de las cartas a los mirones, objetivo que
posteriormente sería perfeccionado con la utilización de los índices.
Efectivamente, ambos recursos hacen que el jugador no necesite extender las
cartas que tiene en la mano para saber cuáles son, ya que con solo separarlas
un poco conoce a qué palo pertenecen y qué figura o carta numeral es cada una,
quedando así: Ningún hueco es oros, un hueco es copas, dos es espadas y tres es
bastos.
Y ya para terminar solo me queda decir que tengo un par de barajas de póker que también guardo con cariño aunque poca idea tengo de jugar a ese juego jejejeje son un regalo que me hicieron hace casi 40 años y creo que también se merecen una cajita bien chula para guardarlas como es debido mmmm así que... Estaré atento y si encuentro una caja similar a la que os enseño y que esté dedicada al póker... A la saca, y fijo que actualizaré este post con imágenes de la nueva adquisición, prometido queda!!!
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