Aquí os presento a la rubita Nancy y a la verdosa Selene, la amiga espacial de Nancy, que vino de las estrellas mmmm me parece que me estoy confundiendo de post... jajajajaja
Ahora fuera bromas, aquí os enseño lo que hoy saqué de un pequeño rinconcito de mi baúl dedicado a las granjas y corrales de nuestra infancia, donde guardo algunos clásicos juguetes de animalitos en vías de extinción, como si se tratara del "ARCA DE NOÉ" aunque en este caso es en "EL BAÚL DE HAL". Aquí dos de sus inquilinas, Caponata y Turuleca, mis gallinas cantantes, también conocidas por gallinas Ye-Ye.
Estas baratijas de kiosco y de ferias setenteras que os enseño hoy, también tuvieron su momento de gloria al ser uno de esos juguetes sencillos y económicos, que se podían permitir comprar muchas familias e incluso nosotros mismos las podíamos comprar con la paga de la semana, si la teníamos.
El sistema de juego en estas baratijas es bien simple, lleva un hilo de algodón de unos 15 o 20 cm unido a un vaso de plástico y la meta del juego consiste en reproducir el canto, el cacareo de una gallina. No te pienses que sonaban en plan niños cantores de Viena, pero con algo de práctica y echándole mucha imaginación, podías sacar de aquellos vasos algunos gorgoritos gallináceos jajajajaja.
Con aquel viejo juguete lo único que teníamos que hacer era humedecer un poco nuestros dedos (así sonaba mejor) índice y pulgar y comenzar a deslizarlos dando pequeños tironcitos al hilo, mientras sujetábamos firmemente con una mano el vaso de plástico.
Una buena táctica era la de deslizar el cordelito entre el dedo índice y la uña del pulgar, de esta manera se podían extraer y conseguir mejores resultados del vaso de resonancia, el único inconveniente es que con tan solo unas pocas pasadas deslizantes, nos quedábamos sin uña uffffff...
Cuando se tiraba del hilo lo que estábamos haciendo era producir una serie de vibraciones que se transmitían al vaso. El vaso, a su vez, actuaba de amplificador haciendo que el ruido se expandiera, consiguiendo así un sonido muy parecido al del cacareo de una gallina (repito: con bastante imaginación jajajajaja)
La figura de la gallina, aposentada encima del vasito tan sólo era un simple adorno para darle un poco mas de realismo.
Este es otro de esos juguetes que por simples que parezcan y que fueran mmmm nos procuraron muchas horas de juego, risas y diversión, todo hay que decirlo.
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