¡Quietooooorrrr! Donde pongo el ojo pongo el corcho jejejeje otro de esos clásicos más recordados y que no podía faltar en la colección de "EL BAÚL DE HAL" es sin duda la escopeta de corchos... Uno de esos juguetes económicos que se vendían en kioscos o jugueterías y muy especialmente en las ferias, colgadas de algún kiosco ambulante, junto a las viejas cámaras fotográficas con resorte PSE (Plásticas Santa Elena) aquellas que al apretar la palanquita salía el payaso, o junto a los rojos gemelos Fuji Yama (de Mecánica Ibense) sin olvidarnos de las espadas y puñales de plástico inflado, paracaidistas, pelotas, globos, entre muchas otras baratijas y golosinas, etc...
Pero hoy de la que quiero hablaros es de esta escopeta, las ¡CORCHOPUM! No tengo la menor duda que la recordareis y que disparasteis con ella, para mí fue un juguete inseparable, al final del post os muestro un par de fotos de un servidor, armado con una de estas escopetas, una en el pueblo con la abuela y la otra ya bajo la tierna vigilancia de mi madre, y encima con la chulería de robarle las gafas de sol a mi hermano, para salir más guapo en la foto y eso que parecía una mosca, para colmo tenía que sujetármelas con la mano por que se me caían al quedarme grandes jajajajaja.
A decir verdad, es que todo tipo de armas me encantaban, al igual que a todos los niños que vivimos aquellos años.
Lo que no me gustaba de estas escopetas es que si no tenias cuidado podías pegarte un buen pellizco al estirar de la varilla para cargarlas, este tipo de escopetas con mecanismo de resorte y muelle, estirabas y estirabas hasta notar el ¡CRACK! eso significaba que el embolo de la varilla llegaba a su tope y se quedaba encajada, lista y a punto, preparada para apretar el gatillo y cuidado donde ponías los dedos, que si no... ¡Aaaaaaaiiih! pellizco que te pegó.
Al principio les dejábamos el corcho atado prisioneramente a un pequeño hilo, este era un medio para no perder la única munición que llevaba aquella escopeta y supongo que por seguridad, lo malo que el tiro estaba muy limitado y llegaba todo lo lejos o mejor dicho toda la largura del mencionado hilo, que realmente era poco, al final pronto lo solucionábamos pegándole un tijeretazo a la carcelera cuerdecita, dándole así libertad al pobre corcho preso que pronto acababa perdiéndose, la mayoría de veces intencionadamente para tener una buena excusa y así sustituirlo por una munición un poco más pesada jajajajaja.
Unas piedrecitas que entraran en la boca del cañón y... A cazar elefantes mmmm "Lo siento mucho, me equivoqué y no volverá a ocurrir" Desde aquello estoy tan arrepentido que incluso dejé de utilizar el Papel Higiénico Elefante de 400 hojas jejejejeje.
Las escopetas y pistolas lanzadoras de corchos hizo que muchos niños de la época imitaran a sus héroes favoritos de tebeos y televisión, en mi caso, sin lugar a dudas me gustaba imitar al protagonista de la serie de "El hombre del rifle" y como ya os dije, donde ponía el ojo ponía el corcho o para ser mas francos es mejor decir la piedra jajajajaja después ya llegaron las armas de munición ligera con ventosas, de esas ya hablaremos en otra ocasión, o también teníamos las recordadas y ruidosas de petardos (pistones) las de chispas por fricción y luego llegaron las más modernas y sofisticadas a pilas mmmm teníamos una gran variedad donde elegir la verdad.
Por cierto, también os dejo unas imágenes de las hermanas pequeñas de mi escopeta, que también tienen su sitio en mi baúl, tienen el mismo mecanismo que las escopetas pero estos son revólveres, las tres armas están fabricadas por la recordada casa FAL.Posiblemente, si mi memoria no me falla estoy casi seguro que aparte de recordarlo como uno de mis primeros juguetes, también fue la primera de muuuuuchas escopetas que tuve antes de llegar a las de perdigones (aire comprimido) pero esas ya eran palabras mayores y ya será una historia gamberrilla que os contare otro día jejejejeje
Que recuerdos
ResponderEliminarY que de tiros... Abrazotes!!!
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