La de Magos -
ilusionistas que habrán hecho sus primeros pinitos con una caja de magia como
esta, ya le gustaría a ese tal Harry Potter tener una caja igual que la que
saqué de mi baúl y que os enseño hoy, con ese pedazo de varita mágica de noble
madera y no esos palillos chinos que utilizan en el colegio de magia de
Hogwarts jajajaja.
Esta caja es como la
que tuve hace poco mas de 40 años y me encantaba, por eso con los años decidí
recuperarla y darle un puesto de honor en mi baúl de los recuerdos, en "EL
BAUL DE HAL" aquí os la enseño y si queréis saber por qué fue tan especial
y mágica para mí, os invito a seguir leyendo este pequeño y mágico recuerdo de
mi niñez.
Mediados de los 70’s.
Bien pudiera ser lunes, martes, miércoles, o porqué no, cualquier otro día de
la semana… Alguien llama a la puerta: "Diiing-Dooong". ¿A estas
horas? Sería casi las 10 de la noche, no creo que fueran los de
"AVON" jajajaja mi padre fue a abrir la puerta, recuerdo que yo
estaba poniéndome el pijama para acostarme, cuando escuché a mi padre hablar
con nuestra vecina, la Sra. Cinta, no le di mucha importancia a la
conversación, hasta que me pareció oír a nuestra vecina decirle a mi padre: -
Seguro que a tu hijo le gustará esta caja de magia...
¿MAGIA? Para que
escuché aquello, salté de la cama, atravesé corriendo el comedor, pasé por la
puerta de la cocina (ante la atónita mirada de mi querida madre), derrapé en el
pasillo, hice un trompo al llegar a la puerta del lavabo y finalmente llegué al
recibidor frenando en seco jajajaja, allí estaba mi vecina la Sra. Cinta, esta
buena mujer, cuando hacía limpieza de juguetes de sus hijos o nietos (ya
mayores), solía acordarse de mí, ya que era el único niño que vivía en el
edificio, de esta manera tuve la gran suerte de heredar muchos juguetes.
Recuerdo aquella
noche, una de esas en la que no pude dormir por la emoción que me envolvía,
pensando en lo que había visto y ahora era mío, una caja llena de objetos para
hacer magia, incluida su varita ¿hasta dónde llegará la imaginación de un niño?
Creo que no tiene final, hasta que nos hacemos mayores y tristemente esa magia
termina por desaparecer.
¿Me convertiría en un
gran mago? ¿Tendré un baúl mágico que cada vez que lo abra estará repleto de
juguetes? (Eso con los años lo he
conseguido jejejeje) haré desaparecer a la Srta. Pilar, que no para de
preguntarnos las tablas de multiplicar la muy pesada y pensando, pensando ¿Por
qué no...? Podría conquistar a Imma, la chica más guapa y popular de clase mmmm
bendita Inocencia, para ligar con Imma hacía falta algo más que una varita de
Magia Borras ya que tenía una larga cola de pretendientes y admiradores ¡Y qué
leches! Yo no estaba dispuesto a esperar, así que lo de Imma lo deje pasar,
demasiada magia para un novato jejejeje.
Jugué, me divertí, tuve
grandes ratos mágicos con aquella caja y no os lo vais a
creer, la caja que os enseño la conseguí hará 2 o 3 años, pero aún después de
más de 40 años, sigo conservando aquella primera varita mágica de la caja de la
Sra. Cinta.
Y si os dijese que
cuando tengo un problema, o necesito ayuda mágica, recurro a ella...
¿Creéis en la magia?
Abracadabra... ¿Sugestión o no? ¿Verdad o mentira? ¿Creer o no creer? Todo esto ya depende de cada uno de nosotros,
yo aun sigo pensando que mientras tengamos estos bonitos recuerdos en nuestro
interior, siempre habitara un niño o niña que nos hará sentir y tener momentos
para seguir soñando y así poder evadirnos por unos ratitos del complicado mundo
de los adultos.
Y ya que tengo la
varita en la mano... ¡Abracadabra Pata de Cabra! Ojos de sapo, patas de rana,
¡que tengas mucha suerte este fin de semana!
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