Nadie es capaz de imaginarse una vida sin cosas tan básicas como un rollo de papel higiénico. Recuerdo que no hace tanto al principio de la cuarentena, por la pandemia del coronavirus (COVID-19) este preciado bien adquirido gozó de un valor nunca visto por el temor de que se acabara, ganando una notoriedad importante colocándose entre los productos de primera necesidad, convirtiéndose incluso en tendencia en la mayoría de las redes sociales, memes, chistes, videos cómicos o cualquier otra publicación con el rollito del WC como protagonista.
Debido a este
fenómeno tan higiénico (por llamarlo de alguna manera jajajaja) la memoria
colectiva y principalmente la memoria histórica de nuestra sociedad empezó a
recordar el primer rollo de papel higiénico "Made in Spain" que se
comercializó en nuestro país a mediados del siglo pasado, generalizándose su
uso en los años 50's siendo una mejora (no en suavidad) respecto a los recortes
de periódico en el gancho de toda la vida que hasta entonces se empleaba con el
siempre sufrido y recurrente papel prensa (al que por cierto se le solía
arrancar las partes de las esquelas, por respeto, antes de…)
Para quien
recuerda el paso de aquel elefante rojo por su vida ¡uffffff! Seguro que el
momento de mayor gozo hubo de ser el de romper el increíble y festivo celofán
amarillo, aquel que envolvía el rollo y que solíamos utilizar para mirar a
través de él y ver el mundo de otro color.
Pero antes de
continuar con este post permitidme que os diga que la historia del papel
higiénico es muchísimo más antigua que la marca de nuestro paquidermo
protagonista.
¿SABÍAS
QUE...? El invento del papel para limpiarse donde la espalda
pierde su casto nombre, se suele atribuir a los chinos y situarse en el siglo
II antes de Cristo, hace ya tantísimo tiempo que no existe una fuente
autorizada que lo pueda ratificar ni desmentir, lo que sí es seguro y de
justicia es señalar que todas las civilizaciones improvisaron lo suyo en el
arte de limpiar el trasero.
Al principio,
el papel para uso íntimo estaba reservado para la gente más pudiente, mientras
el resto de los mortales se apañaba con diversas materias primas extraídas de
la naturaleza (desde hojas y plantas a piedras).
No fue hasta
1857 cuando el norteamericano Joseph Coyetty comercializó un producto que
consistía en láminas de papel húmedo. Unos años más tarde, los hermanos Scott
dieron un paso más allá y decidieron enrollarlo.
Tras la
Segunda Guerra Mundial se popularizó el rollo de papel higiénico, hasta
entonces considerado un producto de lujo para uso exclusivo de la gente
adinerada. Su aparición pondría fin a las páginas de papel de periódico
cortadas a tamaño de media cuartilla que colgaban del gancho metálico
(comentado anteriormente), esperando a ser utilizadas para tan noble e
higiénico propósito.
En España el
primer rollo disponible en el mercado fue "El Elefante", fabricado
por Papelera Española. Hay que dejar constancia de que el nombre le fue
otorgado por la sabiduría popular, dado que el producto no presentaba marca ni
nombre alguno, únicamente la imagen de un elefante rojo impreso sobre papel
celofán amarillo junto a la leyenda de "Patentado" y "400
hojas" (Se supone que quería decir que proveía de 400 usos o servicios. Mmmm
muchos me parecen a mí...).
Además de las
reseñas del fabricante, en ningún lugar figuraba el nombre del producto. Aunque
para la sociedad quedaba muy claro: papel higiénico "El Elefante"...
Supongo que podría ser algo parecido a lo que sucedía con otros productos en la
primera mitad del siglo XX. Muchas de las primeras marcas comerciales de
productos de empleo cotidiano se distinguieron con imágenes fácilmente
reconocibles e identificables, ya que con frecuencia el comprador era
analfabeto y no era capaz de leer el nombre de la marca, pero, en cambio, podía
reconocer el dibujito del paquete, así aunque no supieran leer la palabra
"Elefante", sí que recordaban la imagen impresa en el llamativo
celofán amarillo o el "Lagarto", grabado en la pastilla de jabón, la
pasta de sopa de la Ardilla, del Gallo o del Pavo, Borreguito etc. Aunque el
bicho no tuviera nada que ver con el producto, lo importante era que fuera
fácil de recordar y de esta manera muchos pedían el producto por el nombre del
dibujo aunque supieran o no leer.
Fue tal el
éxito del Elefante que pronto salieron competidoras marcas sin nombre,
competidoras en el mercado y copiando el modelo del mamífero como bien pudieron
ser: un hipopótamo rojo, un tigre, una rana, un coyote, un avestruz, un zenit,
un ciervo, etc.
Un mítico
rollo que los más talluditos recordaremos con cierto escalofrío sobre todo al
ver las fotos de estos rollos de mi colección que saque de "EL BAUL DE
HAL" (y que tengo muy claro que ya no tendrán el destino para el que
fueron fabricados uffffff jajajaja)
Yo nací en
1968 y ese papel formó parte de mi infancia. Recuerdo perfectamente su color
tostado marrón, recordando el papel reciclado de hoy día y sus dos caras, una
parte brillante y nada absorbente que hacía de todo menos limpiar y su parte
áspera rugosa, que tampoco cumplía a la perfección su función y era muy áspera,
se decía que para que no fuera tan traumático su uso existía un truco, al
utilizar este papel se tenía que arrugar un poco y evidentemente utilizar la
parte no brillante, ya que si te equivocabas de cara por descuido… te
rechinaban los dientes y cuando se doblaba mal y quedaba una esquinita con ese
doblez puntiagudo ufffff que tortura jajajaja.
Algunos
conspiranoicos llegaron en su día a la conclusión de que el empleo previsto
para este papel en su origen no era el higiénico, que no era para limpiarse, pero
fue la utilidad que le encontramos en aquellos años y que este realmente podía
ser para envolver pequeñas mercancías, como el papel que se usa en ferreterías
y comercios al por menor, entre otras muchas fabulaciones como la de que el
símbolo del elefante es porque la textura y dureza del susodicho era como la
piel del paquidermo y el color rojo por como quedaba nuestro... Al ser límpiado
con el jajajajaja y otras barbaridades.
También se
cuenta que Eleuterio Sánchez "El Lute" estando en la cárcel, escribió
sus memorias en estos rollos de papel o que también se han utilizado para otros
menesteres como protector al pintar o en peluquerías cortando en trocitos que
eran utilizados como protectores de puntas para cuando se recogían con bigudíes
al hacer las permanentes, etc.
La
creatividad de la época llegó a difundir varios eslóganes: Papel higiénico El
Elefante, más que limpiar, esparce. Papel El Elefante, rasca igual por detrás
que por delante. Si quieres tener el culo elegante, utiliza papel del elefante.
El papel del elefante te deja el culo brillante. Papel del elefante, no limpia,
reparte... etc.
Según
información de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón
(Aspapel) afirmó que el producto lo fabricaba "la empresa Papelera
Española y posteriormente, a mediados de la década de los 70's salía de la
factoría Sancel, que finalmente fue comprada por la Scott Paper Company. El
elefante ilustrado de la portada, sumergido en el luminoso envoltorio de
celofán amarillo, fue un logotipo de Papelera Española y fue creado por Manuel
Marcos (aunque el logotipo del papel elefante no tiene registro de autor…), un
delineante que trabajaba en la CAMPSA, el viejo monopolio estatal de petróleos.
Estaréis
conmigo en que el papel higiénico, después de la rueda, ha sido uno de los
inventos más gloriosos. En la actualidad disponemos de varios tipos de papel
higiénico: sedoso, en doble capa, humedecido y hasta perfumado, pero no siempre
su aspecto y tacto ha sido tal como hoy lo conocemos.
¡Ah! Que
recuerdos y qué raspones Uffffff… Y que finos nos hemos vuelto con los años,
sin embargo hay que ser justos y agradecer a La Papelera Española que en
aquellos años tan tristes tuviera el detalle de proporcionarnos una solución
más cómoda al papel prensa jejejeje.
Muchos somos
los que aún podemos presumir de haber sobrevivido al "PAPEL ELEFANTE"
Aun así, nuestros delicados culitos agradecieron su desaparición mmmm bueno,
desaparición, lo que se dice desaparición... Este papel y el logo del elefante
rojo se ha convertido en objeto de coleccionismo. De hecho, en los portales de
subastas y antigüedades se pueden encontrar estos rollos que se subastan y
llegan a precios bastante elevados para ser lo que son, tanto los rollos fabricados
por Papelera Española (los primeros y que suelen ser los más cotizados), como
los de Sancel (si os fijáis bien en las fotos de los rollos de esta casa, el
dibujo tiene unas ligeras variaciones ya que son de diferentes años).
Aún y así son
muchos los nostálgicos que recuerdan el papel del elefante, así que... Aquí os
dejo este recuerdo, posiblemente toda una sensación agridulce para los que
"disfrutamos" de su uso al limpiarnos jajajajaja.
Este es el
papel higiénico que llegó a España a lomos de un elefante y que poco a poco fue
entrando a los WC de nuestras casas, sustituyendo al clásico gancho con papel
de periódico cortado.
Y para lavartelo jabón el lagarto 😉
ResponderEliminarUfffff cosa fina jajajajaja
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